Un experimento realizado por la cadena pública japonesa NHK y un equipo de expertos médicos muestra la rapidez y facilidad con que se puede propagar la COVID-19 durante una cena bufet.
Explicaron que quisieron mostrar cómo se habrían podido producir los contagios en el crucero Diamond Princess, que al menos en parte pudieron tener lugar en las zonas de restauración. Este crucero pasó dos semanas en cuarentena en el puerto de Yokohama y más de 700 de los 2.000 pasajeros contrajeron la enfermedad, fallecieron 13 personas.
El canal, asesorado por expertos, escogió a diez participantes y seleccionó a uno de ellos como el primer infectado. A esta persona se le aplicó en las manos un líquido invisible que se ve fluorescente bajo una luz especial. La idea era replicar lo que ocurre cuando nos tosemos en la mano y tocamos cosas al azar, incluido el rostro.
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Luego de 30 minutos encendieron la luz para poder ver el rastro del líquido que había comenzado en las manos de una sola persona: estaba en los platos, en las pinzas, en la jarra de bebida y también en las manos de todos los participantes y en las caras de tres de ellos.
クルーズ船で感染拡大を招いたとされる接触感染がどのようにして起きるのか、NHKが専門家と共同で実験を行ったところ、ウイルスに見立てた塗料は多数の人が触るものを介して広がることが確認されました。https://t.co/exeyyRXQiD pic.twitter.com/NCHGyJyXRw
— NHKニュース (@nhk_news) May 8, 2020
La Organización Mundial de la Salud ha explicado en distintas ocasiones que lavarse las manos a menudo con agua y jabón puede desactivar el virus, ya que estos productos eliminan la capa lipídica que protege al virus, desprotegiéndolo y causando su destrucción.
Además, al toser o estornudar, sigue siendo recomendable cubrirse la boca y la nariz con el codo.
Una de las claves que usan los epidemiólogos para entender y predecir el tamaño de un brote de una enfermedad, es el número básico de reproducción. Es una ecuación creada por un investigador de malaria con afán por las matemáticas: George MacDonald.
La idea nació por un brote de malaria en Sri Lanka. En ese entonces, Sri Lanka se llamaba Ceilán y era colonia inglesa. En 1934 estalló una epidemia de malaria que infectó a un tercio de la población. La isla tenía 5,5 millones de habitantes y un millón y medio de personas se contagiaron.
MacDonald concluyó que si este número era menor a 1, es decir, si una persona contagiada solo transmite la enfermedad a menos de una persona, el virus desaparece. Pero si es más de 1, el brote crece. Y si es mucho más que 1,0, viene una epidemia.
La enfermedad COVID-19 se puede transmitir durante el periodo de incubación, cuando la persona es presintomática. El virus tiene una incubación de 1 a 14 días, pero el promedio es de 5 días. Entonces, en promedio, alguien puede comenzar a contagiar dos días después de infectarse