La industria del turismo en Florida ha sido uno de los sectores de la economía que más se han visto afectado por el impacto de la pandemia de COVID-19, y de acuerdo con las estimaciones de reconocidos economistas, será el sector que más lento en recuperarse de la recesión causada por el coronavirus.
Diversos funcionarios de esta entidad consideran que la recuperación de este vital sector de la economía podría tardar varios años antes de que puedan observarse los índices previos al estallido de la crisis.
Amy Baker, directora de la Oficina Legislativa de Investigación Económica y Demográfica, ha dicho que el turismo representa entre el 13 % y el 15% del principal fondo de ingresos del estado y es poco probable que los turistas comiencen a retornar a Florida en números pre pandémicos, por menos hasta un año después de que la vacuna COVID-19 esté disponible para el público, lo que no se espera hasta el próximo verano.
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“Creemos que el turismo va a tardar de dos a tres años en recuperarse y será el sector que más tardará en hacerlo”, dijo Baker a la Comisión Legislativa de Presupuesto del estado.
Baker presentó en días pasados los pronósticos económicos estatales para los próximos tres años, conocidos como “perspectivas financieras a largo plazo”, un documento que los legisladores utilizan para tomar decisiones presupuestarias.
Desempleo persistente
El anuncio reveló dramáticas diferencias con estimaciones anteriores. Se proyecta que Florida tendrá un déficit de 3 mil millones de dólares para el año fiscal que comenzará el 1 de julio de 2021, y tendrá un déficit de 2.4 mil millones el año siguiente.
Las estimaciones tampoco esperan que la tasa de desempleo de Florida, que en julio se ubicaba en 11.3%, pueda bajar al 6% sino hasta abril de 2023.
Los elevados índices de desempleo contribuirán a incrementar los costos de Medicaid, en especial en el presente año pues los trabajadores despedidos ya no reciben seguro médico de sus empleadores.
El senador Rob Bradley, reconoció las grandes brechas presupuestarias que existen pero aclaró que la Legislatura tiene una variedad de instrumentos que combinados con asistencia federal podrían ayudar a reducir la necesidad de grandes recortes.
Mencionó la capacidad de Florida para emitir bonos que en gran parte no se usaron la administración del ex gobernador Rick Scott, predecesor del actual mandatario Ron DeSantis, así como los 4 mil millones de dólares en reservas que amortiguaron la crisis inicial del coronavirus.
DeSantis tiene 5.8 mil millones de dólares en dinero federal de la Ley CARES aprobada por el Congreso para usar en los gastos de respuesta a una pandemia. No se supone que ese dinero se use para compensar las pérdidas de ingresos, pero Baker indicó que podría otorgarse cierta flexibilidad a los estados a través de proyectos de ley de alivio del coronavirus adicionales que se debaten en el Congreso.
Además, DeSantis ya retiene el 6% de los presupuestos autorizados de las agencias estatales este año, algo que se le permite hacer según la Constitución, lo que podría aliviar la crisis presupuestaria.