La contraofensiva de Donald Trump que se centró en solicitar a la empresas estadounidenses abandonar como centro de operaciones a China en respuesta al aumento de los aranceles por el orden de los 75 mil millones de dólares, ha causado un desplome en Wall Street.
La debacle en el centro más importante de negociaciones bursátiles del mundo obedece al agravamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, con el presidente estadounidense, Donald Trump, tuiteando una orden para que las empresas del país busquen “alternativas” a la potencia asiática.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador, restó 622,60 puntos, un 2,37 %, y quedó en 25.630,52, en tanto que el S&P cayó un 2,59 % y el Nasdaq, donde cotizan los grupos tecnológicos más importantes, se deslizó un 3 %.
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El enfrentamiento entre China y Estados Unidos escaló este viernes a un nuevo nivel cuando Donald Trump “ordenó” a las empresas estadounidenses ir cerrando sus negocios en el gigante asiático y buscar una alternativa a la fabricación de sus productos.
China había anunciado poco antes nuevos aranceles sobre productos estadounidenses y eso desató la ira presidencial. El enconamiento entre las dos potencias llega en vísperas de la reunión del G7 y lleva el debate sobre el proteccionismo comercial al epicentro de la cumbre.
El anuncio de Pekín es la respuesta a los últimos aranceles adelantados por Washington a principios de este mes. Pero aunque esperada, la respuesta ha provocado un nuevo terremoto en las Bolsas y entre la comunidad empresarial estadounidense.
En una retahíla de tuits, Trump insistió en que las multinacionales estadounidenses deben buscar “una alternativa a China, incluido traer de vuelta a CASA nuestras compañías y fabricar nuestros productos en EE UU”.
En su opinión, “las vastas cantidades de dinero hecho y robado por China a EE UU, año tras año, durante décadas, deben ACABAR y acabarán”, aseguraba el mandatario.
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“No necesitamos a China y, la verdad, estaríamos mejor sin ellos”, apuntó. En la explosión de tuits, Trump no dudó en incluir al presidente de la Reserva Federal, Jay Powell. “Mi única pregunta es: ¿cuál es nuestro mayor enemigo, Powell o Xi [Jinping, presidente chino]?”. Trump insiste en que Powell baje los tipos de interés para abaratar el dólar,
Toda esta reacción se produjo después de que Pekín anunciara que castigará a productos estadounidenses por valor de 75.000 millones de dólares con un arancel del 10% en lugar del 5% actual. Las nuevas tasas, respuesta de Pekín a la decisión de Washington de aumentar sus aranceles sobre 300 mil millones de dólares de productos chinos, entrarán en vigor en dos tramos, el 1 de septiembre y el 15 de diciembre. Son las mismas fechas en las que está previsto que se pongan en marcha las penas estadounidenses.
El negocio del automóvil se fracturará
De manera detallada, el anuncio de incremento arancelario de China toca con precisión a los vehículos estadounidenses que pagarán un arancel de 25 %.
Además, las importaciones de componentes para la fabricación de vehículos recibirán un arancel del 5 %.
La tasa a los automóviles ya había sido anunciada en la ronda inicial de represalias que China adoptó contra EE.UU., pero suspendió la medida en abril de este año de cara a las negociaciones comerciales entre los dos países.
Pero tras el anuncio del presidente Donald Trump de que su país impondrá 300 mil millones de dólares en aranceles a China en los próximos meses, Pekín ha decidido recuperar el arancel del 25 % a los automóviles importados de EE.UU.
Aunque la medida va a tener un impacto desigual entre los fabricantes que producen en EE.UU. e inicialmente los más perjudicados van a ser el Grupo Ford y Tesla, las acciones de los principales grupos automovilísticos se vieron negativamente afectadas por las noticias.
Los aranceles se suman a la bajada en los últimos meses de las ventas de automóviles en China a consecuencia de la ralentización de su economía, que ya ha empezado a afectar las cuentas de resultados de los fabricantes estadounidenses.
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Además, fabricantes como GM y Volvo, que producen en China vehículos para su exportación a Estados Unidos, ya están sufriendo las consecuencias de la imposición por parte de Washington de aranceles del 25 % a los todocaminos SUV que producen en sus plantas chinas.
Ford y Tesla son los dos principales exportadores de vehículos al mercado chino y aunque China es para GM su principal mercado, superando a Norteamérica, el fabricante estadounidense ha localizado desde hace tiempo la mayoría de su producción en el país asiático.
En estos momentos, Tesla, que está trabajando en abrir su primera planta de montaje en Shanghái, produce todos sus vehículos en su planta californiana de Freemont.
Mientras, Ford, que en 2018 vendió 752 mil vehículos y que es el mayor exportador de vehículos fabricados en EE.UU. a China, solicitó en un comunicado que negocien para evitar las barreras comerciales.
“Es esencial que estas dos importantes economías trabajen de forma conjunta para avanzar un comercio equilibrado y justo”, afirmó Ford.