La salud intestinal es un tema importante que tiene mucha popularidad hoy en día, y todo es por una muy buena razón. La salud en general se ve beneficiada cuando existe una dieta rica en fibra que mantiene el microbioma intestinal.
Cuando esta área del cuerpo está en optimas condiciones ayuda a la perdida de peso, la salud del cerebro y hasta del corazón. El intestino tiene que ver con todo, en él conviven bacterias fundamentales para la fisiología, pues afectan la forma en que el cuerpo maneja y almacena la grasa, cómo maneja el azúcar en la sangre y cómo responde a las hormonas que controlan el hambre.
Por ejemplo, algunas bacterias intestinales regulan el estado de ánimo, produciendo sustancias químicas en el cerebro como la dopamina y la serotonina. Cada vez hay más pruebas de que los microorganismos pueden interactuar directamente con elementos del sistema neurofisiológico del huésped de una manera no invasiva que, en última instancia, da como resultado la modificación del comportamiento.
También se ha descubierto que hay un «segundo cerebro» en el intestino que se comunica con el resto del cuerpo a través del cerebro real. Esta comunicación juega un papel vital cuando se trata de enfermedades y salud mental.
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Se llama sistema nervioso entérico. La red de nervios, neuronas y neurotransmisores del sistema nervioso entérico se extiende a lo largo de todo el tracto digestivo, desde el esófago, pasando por el estómago y los intestinos, hasta el ano.
Algo más que probióticos
Cuando se habla de salud intestinal se habla solo de los probióticos, por ejemplo, el yogurt, pero a veces se da por sentada la presencia de otro elemento clave: la fibra. Entre sus beneficios destacan reducir la hinchazón y la indigestión, reducir el riesgo de estreñimiento y trastornos relacionados con el GI y apoyar la salud intestinal en general, la fibra es un nutriente crucial.
Sin embargo, a pesar de sus grandes beneficios solo el 5% de estadounidenses consumen suficiente fibra en su dieta. Un estudio publicado en American Journal of Lifestyle Medicine determinó que el 95% de los estadounidenses tienen deficiencia de fibra.
«La ingesta adecuada de fibra dietética está asociada con la salud digestiva y un riesgo reducido de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, hipertensión, ciertos trastornos gastrointestinales, obesidad, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Según la investigación del consumidor, el público es consciente de los beneficios de la fibra y la mayoría de las personas creen que consumen suficiente fibra», se explicó en el texto.
Alimentos con fibra
Algunos alimentos ricos en fibra que son deliciosos y convenientes incluyen:
- Frambuesas: 8 gramos por 1 taza
- Aguacate: 10 gramos por 1 taza
- Alcachofa: 10 gramos por 1 verdura cocida mediana
- Pera: 5,5 gramos por 1 pera mediana
- Brócoli: 5 gramos por 1 taza de brócoli picado
- Coles de Bruselas: 4 gramos por 1 taza
- Quinoa: 5 gramos por 1 taza
- Espaguetis de trigo integral: 6 gramos por 1 taza cocida
- Palomitas de maíz con aire: 3,5 gramos por 1 taza
- Arroz integral: 3,5 gramos por 1 taza cocida
- Lentejas: 15,5 gramos por 1 taza hervida
- Frijoles negros: 15 gramos por 1 taza hervida
- Almendras: 3,5 gramos por 23 almendras
- Semillas de chía: 10 gramos por 1 onza