El gobierno mexicano exigió el domingo protecciones para los mexicanos y mexicano-americanos que viven en los EE.UU. después del mortal tiroteo en El Paso, Texas.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, dijo durante una rueda de prensa que México remitirá una carta a los Estados Unidos exigiendo al gobierno de Trump que tome una posición pública contra los crímenes de odio, y que el país podría tratar de extraditar al presunto pistolero acusado de terrorismo.
“Hemos estado en comunicación con la Fiscalía General de la República para proporcionarles toda la información necesaria para que, si lo deciden, iniciar la denuncia por terrorismo”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en una rueda de prensa.
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Ebrard, quien confirmó que fallecieron seis mexicanos y otros siete resultaron heridos, dijo que para México será “la primera demanda en la historia de esta naturaleza”.
Ebrard también amenazó con emprender acciones legales contra el vendedor que le proporcionó el arma al tirador.
Los disparos masivos dejaron 20 muertos y 26 heridos.
Patrick Wood Crusius, el presunto pistolero, condujo ocho horas desde el área de Dallas-Fort Worth hasta El Paso, que está directamente al otro lado de la frontera de Ciudad Juárez en México y tiene una alta concentración de hispanos.
Crusius supuestamente escribió un manifiesto racista y anti-inmigrante antes del ataque, que describía los temores de una “invasión” latina.
Mientras que varios políticos estadounidenses han hecho comparaciones entre los motivos del tirador de El Paso y la retórica de inmigración del presidente Trump, Ebrard y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador han evitado hacer referencia a Trump.
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AMLO informó que pidió al secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, que actúe de manera responsable para no afectar el proceso electoral en Estados Unidos.
“Quiero adelantar que le pedí a Marcelo Ebrard que a pesar del dolor e indignación, actuemos con mucha responsabilidad. En Estados Unidos hay elecciones, están en campaña, y nosotros no queremos inmiscuirnos en asuntos internos de otro país”, expresó.
Tras conocerse ayer el ataque, el presidente mexicano ensalzó la “convivencia fraterna” que existe entre El Paso y la mexicana Ciudad Juárez, pues ambas comparten frontera.
“Esto es producto de la descomposición, de los problemas que tienen ciertas personas, no es un asunto generalizado. Puede que me equivoque pero El Paso es de las ciudades más tranquilas de Estados Unidos”, opinó el mandatario.