El estrés hace que las personas sean más vulnerables a las infecciones. Así lo demostró un estudio realizado por Filip Swirski, director del Instituto de Investigación Cardiovascular de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai en Estados Unidos y publicado en la revista «Nature».
El estrés agudo puede ser perjudicial para la lucha contra la infección, especialmente la COVID-19, y aumenta la posibilidad de morir. La investigación demuestra por primera vez cómo regiones específicas del cerebro controlan la respuesta inmunitaria celular de organismo cuando hay estrés agudo y una infección.
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Se demostró que hace que las neuronas de la región conocida como hipotálamo paraventricular desencadenen instantáneamente una migración a gran escala de los glóbulos desde los ganglios linfáticos a la sangre y la médula ósea. Esto disminuye la respuesta inmunitaria frente a virus como la COVID-19 y la gripe, lo que hace que el organismo sea menos resistente a la lucha contra la infección y lo expone a un mayor riesgo de complicaciones e incluso la muerte.
No es la primera vez que se exponen los efectos del estrés en el cuerpo, pero si es la primera vez que se tienen datos tan específicos mientras se atraviesa por una infección.