Terraformar consiste en transformar un planeta de modo que adquiera las condiciones necesarias para la vida terrestre. Cada planeta por sus características particulares, requiere una serie de pasos específicos para poder terraformarlo.
Marte es el cuarto planeta del sistema solar y se encuentra aproximadamente a 1,5 Unidades Astronómicas (UA) del Sol.
Es uno de los cuatro planetas rocosos que hay en nuestro Sistema Solar. Es el más parecido a la Tierra, aunque su temperatura media es de -63 ºC y su presión atmosférica es tan solo el 0,6% de la terrestre.
¿Qué debemos hacer para terraformar Marte?
Comencemos con el problema del agua.
La presencia de esta indispensable sustancia para la vida, ya ha sido comprobada por diversas sondas de la NASA desde 2015. Estos hallazgos han sido publicados por importantes revistas como Nature.
La dificultad consiste en que se encuentra mayoritariamente congelada. Para que el planeta sea habitable, ésta debe encontrarse en forma líquida. Y para que esto suceda, se debe aumentar la presión y la temperatura. Existe una opción que permite incrementar estos dos parámetros.
El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, propuso durante una entrevista para “The Late Show” con Stephen Colbert realizada en 2015, que los polos marcianos podían ser bombardeados con bombas de Hidrógeno no radiactivas, ya que estos polos además de agua, contienen Dióxido de Carbono.
Si este Dióxido de Carbono presente en forma de hielo seco, se calentara solo un poco, pasaría a estado gaseoso y desencadenaría los siguientes sucesos: se incrementaría la presión atmosférica y después comenzaría a producirse un potente efecto invernadero por la presencia cada vez mayor de Dióxido de Carbono, que a su vez aumentaría la temperatura y derretiría más a los polos.
En este punto ya tendríamos al planeta con agua líquida y una atmosfera importante. Sin embargo ésta, contendría solo Dióxido de Carbono y vapor de agua. El problema sería entonces la falta de oxígeno.
Esto podría solucionarse con la ayuda del Fitoplancton. Resultados de una investigación publicada por la revista Nature en abril de 2016, indican el papel que juegan estos organismos como fuente importante en la transformación del Dióxido de Carbono en Oxígeno. Estos organismos serían los primeros colonizadores. Así la atmósfera marciana se parecería más a la atmósfera terrestre.
Hasta este punto la presión aun seguiría siendo baja, sin embargo, esto podría resolverse mediante reacciones químicas simples que disolverían las rocas del planeta, liberando grandes cantidades de gases y aumentando la presión de la atmósfera.
En esta etapa, ya las condiciones para la vida estarían dadas. No obstante, la ausencia de un campo magnético sería el siguiente, y en realidad, el mayor inconveniente para completar el proceso y garantizar una posible colonización humana de Marte.
Las partículas de alta energía, presentes en el espacio hacen que el medio sea altamente inhóspito. Si un planeta no cuenta con campo magnético, estas partículas también conocidas como Viento Solar, acaban rápidamente con la posible atmósfera que pudiera tener el planeta.
“Todos los planetas del Sistema Solar reciben la influencia del Sol, que expulsa partículas cargadas que impactan contra ellos. La Tierra cuenta con un campo magnético que actúa de escudo protector, pero Marte carece de un campo global así, lo que lo hace estar más expuesto al viento solar que ‘erosiona’ el gas de la atmósfera marciana”, explicó en rueda de prensa Dave Brain, investigador de la misión de la NASA MAVEN en 2015.
El estudio “Factibilidad de Generación de Campo Magnético Artificial mediante una Red de Anillos Superconductores” del Instituto Nacional para la Ciencia de Fusión Japonés, propuso en 2008, la generación de un campo magnético artificial lo suficientemente potente para asegurar la protección de Marte, mediante la colocación de anillos de superconductores que rodeen al planeta.
Con este campo magnético protector, ya tendríamos un planeta Marte completamente terraformado y apto para albergar vida terrestre.
Por: José Espinoza