El desempleo en la Pensilvania rural motivado por la pandemia del coronavirus ha asestado un golpe certero en la economía familiar que ya empieza a sentir los rigores de la contracción económica con un acento más pronunciado al vivido durante la Gran Recesión.
Los sectores rurales de Pensilvania son los más golpeados en términos de desempleo a causa de la pandemia del coronavirus que las áreas más densamente pobladas, una situación que es fácilmente verificable a través de los reclamos por paro laboral.
El Departamento de Trabajo e Industria de Pensilvania rastreó cerca de 1.3 millones de reclamos de desempleo presentados desde el 15 de marzo, el mayor incremento en la historia del estado, una cifra que pone a Pensilvania parejo con estados más grandes, como California.
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Los economistas han atribuido esto a una orden de cierre más temprana y agresiva del gobernador Tom Wolf y a las vulnerabilidades generales de la economía del estado antes de la crisis, entre otros factores.
Jeff Hornstein, director ejecutivo de la Liga de Economía del Gran Filadelfia dijo que el daño económico en esta parte del estado había sido “peor que en el sudeste de Pensilvania durante lo peor de la Gran Recesión”.
“Esto representa mucho dolor para los trabajadores y un gran golpe para la actividad económica y los ingresos del gobierno municipal”, dijo.
Datos sobre esta información pueden ser hallados en el portal http://economyleague.org/, donde se precisa que del total de solicitudes de beneficios por desempleo, el estado fue incapaz de confirmar la ubicación de casi 500 mil peticiones. Sin embargo, la agencia indicó que al menos 200 mil de esas solicitudes de desempleo se originaron en la región de cinco condados de Filadelfia.
Mientras que Filadelfia, el condado más poblado, lideraba el estado con 83 mil demandas presentadas, esa cifra representa sólo el 5% de los 1,58 millones de residentes de la ciudad. Las áreas rurales, como el condado de Elk, vieron más de 4 mil 700 demandas presentadas de una población total de sólo 30 mil – lo que significa que casi el 15% de todos los residentes habían reclamado el desempleo.
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Los condados de Cameron, Juniata, Armstrong y Fayette completan los cinco primeros en cuanto a solicitudes de desempleo per cápita.
El relativamente bajo poder adquisitivo en esas áreas hace que el efecto de estos despidos sea especialmente potente, dijo Barry Denk, director del Centro para la Pensilvania Rural. En algunos de los condados más afectados, “alrededor del 50% de los hogares tienen un ingreso familiar total de menos de 50.000 dólares al año… Así que mientras que el número real de despidos y, por tanto, las solicitudes de desempleo, son menores que las áreas urbanas y metropolitanas, el impacto es igual de grave”, dijo.