Luis Almagro, el uruguayo que el pasado 6 de diciembre anunció que desea la reelección como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), urgió al Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL) a comprobar si Venezuela cumple con el tratado de Tlatelolco.
El alto funcionario pidió a la comunidad americana que se “tomen las medidas necesarias” para verificar si Venezuela posee armas nucleares, hipótesis que surge de la presencia de una escuadra de aviones rusos invitados por Caracas para ejercicios militares.
Sobre las aeronaves, entre ellas dos cazas estratégicos Tu-160 capaces de transportar armas nucleares, el gobierno de Estados Unidos afirmó que representantes rusos le confirmaron que sus bombarderos estratégicos desplegados en Venezuela dejarán ese país “el viernes y volverán a Rusia”.
La tensión creada en la región por el arribo a ejercicios militares de equipos de la Aviación Rusa, se da sobre una atmósfera en la que países del área en declaraciones aún frescas, han solicitado una intervención militar de los Estados Unidos contra la administración de Nicolás Maduro.
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos opinó que “la presencia de esta misión militar extranjera viola la Constitución Nacional venezolana al no haber sido autorizada por la Asamblea Nacional”, controlada por la oposición desde 2016 y que el chavismo ha tratado de sustituir con la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
El Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, recibió el lunes en Caracas una escuadrilla de aeronaves rusas, entre ellos dos cazas estratégicos Tu-160, para realizar “vuelos operativos combinados”, dentro de un plan de maniobras castrenses para preparar la defensa del país caribeño ante eventuales ataques.
Puedes leer:Trump amenaza con cerrar el Gobierno por seguridad fronteriza
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, señaló que “nadie en el mundo” debe temer por la presencia de estas aeronaves en Caracas, porque Venezuela y Rusia son “constructores de la paz y no de la guerra”.
Ante esto, Almagro urgió al Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe a comprobar si Venezuela cumple con el acuerdo para la desnuclearización del continente y asegurarse de que la comunidad internacional no está “en presencia de armas nucleares”.
Almagro recordó que el artículo primero del tratado de Tlatelolco, del que Venezuela es signataria, “prohíbe el recibo, almacenamiento o posesión de armas nucleares por sí misma o por terceros en su territorio”.
“Urgimos a los órganos establecidos en este acuerdo a que adopten las medidas necesarias para verificar el cumplimiento por parte de Venezuela de las obligaciones contraídas” y avise a la ONU y la OEA si determinan que en efecto hay una violación de las mismas”, dijo Almagro.
“Consideramos semejante acto lesivo de la soberanía venezolana”, indicó Almagro, que fue canciller con el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015).
Luis Almagro ha sido un funcionario de la OEA atípico, quien entre otros actos ha adoptado la iniciativa de abordar la crisis en Venezuela, denunciando por ejemplo al Ejecutivo venezolano ante la Corte Penal Internacional.
Además, en septiembre, Almagro anunció la creación de un grupo de trabajo dedicado a analizar la migración desde Venezuela y que está dirigido por el exalcalde venezolano David Smolansky.
Sobre el mismo tablero donde geopolíticamente se mueve Almagro, el Grupo de Lima, la Casa Blanca y el Kremlin, Maduro denunció este miércoles que EE.UU., a través del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dirige un plan para asesinarlo y poner fin a la llamada revolución bolivariana.
Por su lado el gobierno de Estados Unidos, que posee relaciones cercanas con Rusia, a través de Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca explicó que “hemos hablado con representantes de Rusia y sido informados de que sus aeronaves militares, que aterrizaron en Venezuela, saldrán del país el viernes y volverán a Rusia”.
Además de los dos bombarderos con capacidad de portar armas nuclerares, la escuadrilla también está integrada por un aparato de transporte militar An-14 y un avión de pasajeros Il-62 que recorrieron más de 10.000 kilómetros, según detalló el Kremlin en un comunicado.