“Si no consigo lo que quiero, cerraré el Gobierno. Estoy orgulloso de cerrar el Gobierno debido a la seguridad fronteriza”.
Las palabras corresponden a Donald Trump, quien desde la Casa Blanca realizó un ejercicio de fuerza, televisado a solicitud de su despacho, en la que exigió a los líderes demócratas de las dos instancias legislativas, fondos para erigir el muro en la frontera con México.
Lo que debía ser una delicada negociación a puerta cerrada se convirtió en un espectáculo televisado, después de que la Casa Blanca invitara a la prensa a presenciar el comienzo del encuentro.
Las cámaras apostadas en las adyacencias de la Oficina Oval, fueron el termómetro de los rostros demócratas de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del Senado, Chuck Schumer, quienes confiaban que asistían a una delicada negociación a puertas cerradas.
El presidente de EE.UU. mostró con más vehemencia su obstinación en lograr 5 mil millones de dólares para edificar el muro en la frontera con México y aseguró que paralizará su propia Administración si no lo consigue.
El encuentro fue la primera reunión formal con los líderes opositores quienes se expusieron a la posición del mandatario estadounidense.
A un poco más de una semana antes de que expiren los fondos que mantienen activas buena parte de las agencias federales de EE.UU., Trump exigió que cualquier medida que apruebe el Congreso contenga una partida presupuestaria para su rezagada oferta de campaña bautizada como “el muro”, que lleva dos años tratando de financiar sin éxito.
Cuando el debate comenzó a agitarse, los líderes demócratas instaron a Trump a hablar en privado porque la conversación se les estaba “yendo de las manos”, en palabras de Pelosi; pero el mandatario mantuvo a los periodistas durante 17 minutos en la sala, hasta que emitió su amenaza de paralizar la Administración.
“Necesitamos el muro. Esto es una emergencia nacional”, subrayó Trump, al advertir de la presunta entrada al país de narcotraficantes, “terroristas” y “gente con tremendas dificultades y problemas médicos”, que “en muchos casos son contagiosos”.
Schumer y Pelosi acudieron a la reunión con la oferta de incluir 1.300 millones de dólares para la seguridad fronteriza en el presupuesto que debe aprobarse antes del 21 de diciembre, pero insistieron en su rechazo a la construcción del muro.
Trump solo ha conseguido hasta ahora que el Congreso apruebe 1.600 millones para algunos proyectos en la frontera, como la reforma de vallas ya existentes y la inversión en tecnología.
Trump admitió hoy que, incluso con la composición actual del Congreso, necesitaría una decena de votos demócratas en el Senado para conseguir fondos para el muro, una tarea casi imposible.