Dese ayer Barack Obama será el centro de una investigación que conducirá el fiscal feneral William Barr sobre el supuesto de espionaje a la campaña del para entonces candidato a la Casa Blanca, Donald Trump de acuerdo a instrucciones dadas por el propio Jefe de Estado.
El mandatario actual con simpatías republicanas, ordenó la noche del jueves a las agencias estadounidenses de inteligencia que colaboren con el fiscal general en la investigación sobre el supuesto espionaje a su campaña en las elecciones presidenciales de 2016.
De acuerdo a un comunicado bajo el sello de White House, Trump ordenó “a la comunidad de inteligencia que coopere de forma rápida y completa con la investigación del fiscal general sobre las actividades de vigilancia durante las elecciones presidenciales de 2016″.
“Al fiscal general se le ha delegado total y completa autoridad para desclasificar información relacionada con la investigación, de acuerdo con los estándares establecidos desde hace tiempo para manejar información clasificada”, añadió.
La solicitud se realizó el mismo día que la oradora demócrata Nancy Pelosi dijo en relación a temas relacionados con la misma materia, que Trump “es un maestro de la distracción” y que “realmente creo que el Presidente tiene una bolsa llena de trucos para distraer de los temas importantes”.
La consideración la realizó Pelosi este jueves, cuando señaló que el presidente estadounidense, Donald Trump, incumple la Constitución del país, en referencia al presunto encubrimiento de documentos del mandatario que la líder opositora denunció este miércoles.
Trump ha pedido en reiteradas ocasiones una segunda investigación sobre las elecciones presidenciales de 2016 en paralelo a la que lideró el fiscal especial Robert Mueller, que el mandatario consideraba una “persecución política” y una “caza de brujas”.
La orden dada la noche del jueves, según la Casa Blanca, “ayudará a que los estadounidenses conozcan la verdad sobre los acontecimientos que ocurrieron y las decisiones que se tomaron durante las pasadas elecciones presidenciales y restituirá la confianza en las instituciones públicas”.
Trump ha insistido en que su campaña fue objeto de espionaje antes de las elecciones por parte de la inteligencia estadounidense bajo las órdenes del entonces presidente Barack Obama.
De hecho, Barr aseguró el mes pasado ante un comité del Congreso que hubo espionaje contra integrantes de la campaña de Trump en el origen de las pesquisas de la llamada trama rusa.
“Por la misma razón que estamos preocupados por la influencia extranjera en las elecciones… Creo que espiar una campaña política es un gran problema, es un gran problema”, dijo Barr ante ese mismo comité el pasado 10 de abril.
Poco después, el secretario de Justicia aclaraba que no había querido decir que se llevó a cabo “una vigilancia inapropiada” a gente de la campaña de Trump, sino que trataba de averiguar si lo había sido.
Mueller cerró su investigación sobre la trama rusa en marzo y concluyó que ni Trump ni nadie de su entorno trabajó con el Kremlin para ganar los comicios, aunque dejó la puerta abierta a un posible delito de obstrucción a la justicia contra el mandatario.