Un ataque de tiburón recientemente reportado deja con la supremacía al estado de Florida, que posee la zona costera donde se producen más ataques de escualos no provocados en todas las playas de los Estados Unidos.
La asoleada región sureña estadounidense tiene un registro en 2018 de 16 ataques no provocados de tiburones, récord que la sostiene en la posición número uno de forma histórica.
La última víctima por una mordida de tiburón fue una niña de 10 años quien recibió una dentellada en las piernas cuando se bañaba en una playa del condado de St. Johns, en la costa noreste de Florida. Fue trasladada a un hospital de la zona, donde le dieron 40 puntos de sutura.
El suceso se produjo el fin de semana pasado en Crescent Beach, cuando Peyton Shields se encontraba en el agua disfrutando de un día de playa por su cumpleaños con su familia y fue atacada por un tiburón.
El Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), una entidad de la Universidad de Florida en Gainesville, investigó 130 incidentes entre humanos y tiburones en 2018 en EE.UU., de los cuales catalogó 66 como no provocados, una cifra inferior a los 84 registrados en promedio anualmente en el periodo 2013-2017.