Teresa Callava, quien ocupó por varios años el cargo de Directora de Desarrollo Empresarial y Marketing del Club Kiwanis de La Pequeña Habana, falleció a sus 64 años el miércoles 7 de abril tras una larga y dura batalla contra el cáncer.
Incansable y optimista, durante 36 años Teresa se dedicó a promover la misión de la organización orientada a proporcionar acceso y recursos educativos a la población desatendida del sur de Florida.
Ella fue pieza fundamental en la realización de los populares eventos Carnaval on the Mile y el internacionalmente reconocido Festival de Música de la Calle Ocho. Su incansable y apasionado trabajo a lo largo de más de tres décadas generó más de 70 millones de dólares para miles de jóvenes a los que Kiwanis de La Pequeña Habana impactó de forma directa a través de proyectos comunitarios como becas universitarias, campamentos de verano, ligas deportivas, campañas de ayuda para el regreso a la escuela y recursos adicionales que han proporcionado acceso para alcanzar el sueño de obtener una educación superior.
“Teresa era la personificación de la pasión y vivía su vida cada día de esa manera. No hay palabras para describir la tristeza que experimenta nuestra junta directiva, personal, voluntarios y socios de la organización por el fallecimiento de esta dama inimitable y cariñosa. El fervor de Teresa por la causa de Kiwanis de La Pequeña Habana era infinito, y su legado siempre será honrado”, manifestó Jorge Fernández, presidente de la organización.
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A continuación, una declaración de la familia:
“En nombre de la familia Callava & Zaitsev, anunciamos con gran tristeza el fallecimiento de nuestra querida Teresa “Terri” Callava. Terri tenía un entusiasmo por la vida que era contagioso; su espíritu era infeccioso y el amor que compartía con tantos era profundo. Luchó una larga, dura y valiente batalla contra el cáncer con gracia, determinación y una voluntad sin igual. Terri era una increíble amiga, colega, hermana, tía, miembro de la familia y, sobre todo, madre.
Ella era el epítome de vivir la vida al máximo y ver la belleza en todo lo que tenía que ofrecer; para ella ‘La Vida es un Carnaval’. El corazón y el alma de nuestra familia, el núcleo de todo, estamos siempre bendecidos por haberla tenido en nuestras vidas y su ausencia se sentirá siempre. Nos sentimos humildes y agradecidos por las muestras de amor y apoyo que hemos recibido y seguimos recibiendo de todas las personas con las que se relacionó.
A Terri le sobreviven su hijo Víctor, su amor eterno Dimitri, sus hermanos Elena y Pepe, así como sus sobrinas y sobrinos, que ya la echan de menos”.