Las plataformas digitales (RRSS) mantienen en sumisión al periodismo real. Los lectores en masa se han aferrado a las plataformas sociales, que solo esparcen información, e “Internet parece liberar la naturaleza pueril de los seres humanos: son malos, son irritables, lo quieren todo gratis y lo quieren ahora”.
Es una opinión planetaria que nunca hubo una transición tan envilecida como la del advenimiento de los medios digitales. Las documentadas “guerras de la prensa” han quedado como peleas en patios escolares en comparación a la violencia y crueldad que en nombre de la “libertad de expresión” transitan por los espacios electrónicos.
Para Jennifer Egan, la afamada escritora estadounidense dedicada al relato y la novela, ganadora de los premios Putlitzer y el National Book Critics Circle Award, Internet ha facilitado la labor periodística, pero también le ha complicado la vida al sector, ya que las redes sociales están “matando” a los medios de comunicación.
Criada en San Francisco, Egan se graduó en la San Francisco University High School, para luego obtener títulos universitarios en la Universidad de Pensilvania y en el St. John’s College de la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
Sus relatos han aparecido en The New Yorker, Harper’s, Zoetrope All-Story, McSweeney’s y Ploughshares entre otras revistas, y regularmente publica artículos en The New York Times Magazine.
La escritora premiada con un Pulitzer y periodista estadounidense opina que pese a todo se considera optimista.
Jennifer Egan, quien fue abordada por el equipo de prensa de la estatal de noticias española en Nueva York, en relación al tema aseguró que “resulta muy frustrante que nunca hemos necesitado el periodismo más que ahora y nunca ha sido tan duro vivir de él”.
Egan, que además de publicar cinco novelas ha elaborado amplios reportajes para medios como The New York Times en los últimos veinte años, consideró que “internet parece liberar la naturaleza pueril de los seres humanos: son malos, son irritables, lo quieren todo gratis y lo quieren ahora”.
Mueren las empresas de noticias
Jennifer Egan, la novelista que para la crítica estadounidense está en la categoría de los “inclasificables”, es además una periodista que le parece “lamentable” y “de locos” que las redes sociales e internet “estén básicamente matando a las empresas de noticias: “porque es “como canibalismo” y, sin los medios, entonces “solo hay basura en todas esas páginas web”.
Y precisamente porque es tan necesaria la buena información como su síntesis, resuelve que esta situación en la que “el perro se muerde la cola” encontrará el camino, porque hay ejemplos de medios digitales que han hallado una vía para pagar a sus reporteros.
“Lo inesperado es cuán imposible es el modelo de negocio para el periodismo y tenemos que arreglarlo”, sostiene la escritora, que para su última novela dejó de lado sus reportajes y no siente que ese sea “realmente” su trabajo, pero aún así se ve como una “invitada” en el sector.
Como presidenta del PEN America, institución que defiende la libertad de expresión y los derechos civiles, Egan señaló que el impacto de Internet en la literatura no es el mayor de los problemas para los escritores, sino los autócratas que intentan suprimir la “complejidad de pensamiento y discurso” que aportan al electorado.
“Internet, propiamente dicho, puede afectar de ambas maneras en esta situación, y los autócratas y dictadores han encontrado maneras de aprovechar Internet e incluso están intentando hacerlo en nuestro país”, comentó, sin ir más allá.
Insiste, no obstante, en que “lo más problemático de internet es que mata a las instituciones que más necesita”.
Un modelo de negocio
Quien lidera la PEN América, una institución que se encuentra en la intersección de la literatura y los derechos humanos para proteger la libre expresión en los Estados Unidos y en todo el mundo, asegura que la crisis que se presenta en Internet en desmedro del periodismo se trata de un problema de negocio y “alguien tiene que resolverlo desde el punto de vista del negocio”, pero como en toda transición, hay “tumultos” previos a una resolución.
“Ya está ocurriendo: el muro de pago del New York Times ha funcionado bien y les va mejor. Los periódicos locales han sufrido mucho, pero las noticias locales son las más importantes y las publicaciones en línea están encontrando modelos que funcionan”, razonó.
Son problemas que le afectan en mayor o menor medida, pero Egan tira de pragmatismo y asegura que es más “extremo” el del planeta, “que se curará a sí mismo y si se tiene que deshacer de nosotros, lo hará”, aunque prefiere que sobrevivamos.