Los parques de atracciones son uno de los espacios favoritos para disfrutar y pasarla genial, pero a veces un parque puede envolver sucesos trágicos.
A pesar de ello, muchas personas se animan a subirse a juegos mecánicos como el Free Fall Ride (Paseo en Caída Libre), promocionado como la torre más alta del mundo del ICON Park, situado en el distrito turístico de Orlando, Florida.
Fue allí donde semanas atrás falleció Tyre Sampson, de 14 años de edad, tragedia que reabrió un debate en torno a la seguridad de los parques de diversiones. Mientras se desarrolla la investigación el aparato de 131 metros de altura donde las personas son elevadas y soltadas de repente a una velocidad de 120 km/h, permanecerá cerrado.
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Según los miembros de la familia, Tyre pesaba entre 330 y 340 libras, unas 50 libras por encima del límite de peso máximo establecido por el fabricante de la atracción. Expertos independientes consideran que el adolescente no era del tamaño adecuado para montarse, pero concuerdan que un cinturón de seguridad, además del arnés habría evitado la muerte.
Los estatutos de Florida señalan que los operadores de atracciones tienen autonomía sobre cómo operar sus atracciones y capacitar a sus empleados, siempre que cumplan con los estándares de seguridad.
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El parque sostiene que opera con “todas las normas de seguridad en mente”. Lo cierto es que el accidente podría conducir a leyes más estrictas en Florida. El senador estatal Randolph Bracy exige una revisión de las reglas de seguridad en los parques de atracciones.