Dos legisladores de estados republicanos plantearon proponer recompensas de $ 1.000 para quienes denuncian a los inmigrantes que se encuentran ilegales en el país.
En Mississippi, el representante republicano Justin Keen, presentó la propuesta en el comité legislativo, pero fue frenada. Sin embargo, sigue su proceso y se debate en la asamblea.
Mientras que, en Missouri, el senador republicano David Gregory presentó el proyecto de ley SB72 a finales del año pasado e insistió nuevamente en una sesión legislativa celebrada a finales de enero.
Según El País, la propuesta precisa que, si un extranjero ilegal es arrestado y encarcelado bajo esta sección como resultado de un informe al sistema de información, “la persona que realizó el informe será elegible para recibir una recompensa de mil dólares por proporcionar dicho informe”.
El planteamiento agrega que, si la pista resulta cierta, “la persona arrestada sería acusada de invasión ilegal por parte de un extranjero ilegal y sujeta a perpetua sin libertad condicional si las autoridades federales de inmigración no se encargan de su custodia y deportación”.
En el caso de Mississippi, el proyecto de ley era similar, y contemplaba una recompensa de 1.000 dólares para los denunciantes que facilitaran la detención de los indocumentados.
En Mississippi se registraron algunas de las mayores redadas en lugares de trabajo durante el primer mandato del presidente Donald Trump.
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En agosto de 2019, agentes de ICE irrumpieron en plantas procesadoras de pollo y arrestaron a casi 700 personas. Tal y como señala un informe del Centro Nacional de Justicia para Migrantes, las redadas de ese año fueron emblemáticas.
El Migration Policy Institute (MPI) señala que entre 2019 y 2023, la población de migrantes no autorizados creció tres millones, o un promedio del 6% anual, registrando así aumentos anuales nunca antes visto.
Otra propuesta contra los inmigrantes
Las propuestas de los representantes de Mississippi y Missouri no son las únicas de este tipo. La senadora republicana Jill Carter, defendió otro proyecto de ley que crea nuevos delitos basados en el estatus migratorio.
Este proyecto detallado que, por ser indocumentada, una persona podría ser acusada de ingreso inadecuado y ser castigada con una multa de hasta 10.000 dólares, además de ser expulsada a un puerto de entrada para su posterior deportación.
Con estos proyectos se evidencia que representantes republicanos van en consonancia con la ofensiva antiinmigrante ejecutada por el presidente Donald Trump.
Desde que consideró su segundo mandato no consecutivo el pasado 20 de enero, el presidente Trump cumple su promesa de frenar la migración ilegal con detenciones y deportaciones masivas, su segunda máxima prioridad y su gran bandera electoral.
Esta es considerada la mayor operación masiva de deportación en la historia del país, y es un hecho que mantiene en angustia y zozobra a la comunidad inmigrante, ya que, además, se permiten detenciones en lugares como iglesias o escuelas, puntos protegidos durante la era Biden.
Solo en el primer día completo bajo su mandato, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), detuvo a más de 300 inmigrantes considerados “graves criminales”. Esta cifra sigue en aumento.