De acuerdo con una propuesta legislativa, conocida como SB-244 e impulsada por el senador estatal Randy Fine, en la actualidad el estado de Florida está ante la posibilidad de ejecutar una nueva ley que prohibiría el ingreso de estudiantes inmigrantes indocumentados a las universidades públicas de Florida.
Los defensores de la citada legislación SB-244 han argumentado que los recursos educativos se deben destinar única y exclusivamente a ciudadanos estadounidenses y residentes legales.
Según ha dicho el senador Fine, los estudiantes indocumentados, incluidos quienes pagan matrículas completas, ocupan lugares que podrían ser asignados a otros aspirantes con estatus migratorio regular.
Este argumento está en consonancia con las políticas migratorias promovidas por el gobernador Ron DeSantis y el presidente Donald Trump, quienes han actuado a favor de un enfoque más restrictivo hacia la inmigración ilegal.
El citado proyecto de ley establece que las universidades públicas con tasas de aceptación inferiores al 85% deberán ajustar sus políticas de admisión para excluir a los inmigrantes sin documentación legal.
En caso de que esta nueva legislación sea aprobada, afectaría a instituciones clave en el estado como sol la Universidad de Florida (UF), Universidad Estatal de Florida (FSU), Universidad Central de Florida (UCF) y la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Esta iniciativa se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno de Florida con el propósito de endurecer las leyes de inmigración en Estados Unidos. En este orden de ideas, en fecha reciente, el gobernador DeSantis convocó una sesión legislativa especial con el objetivo de implementar políticas cónsonas con la agenda migratoria del presidente Trump.
El gobernador floridano ha resaltado la necesidad de “eliminar incentivos que fomenten la inmigración ilegal”. No obstante, esta propuesta ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes y expertos en educación.
Críticos advierten que, de implementarse, dicha ley podría tener consecuencias negativas tanto para los estudiantes como para las comunidades locales. En la actualidad, para calificar a una universidad estatal, los estudiantes indocumentados deben haber completado su educación secundaria en Florida y cumplir con ciertos requisitos adicionales.
Si el proyecto SB-244 llega a convertirse en ley, estos estudiantes perderían la oportunidad de ingresar a algunas de las universidades más competitivas del estado.
Para eliminar matriculas
Sumada a la SB-244, el senador Fine propuso otro proyecto de ley conocido como SB-290 que eliminaría las matrículas reducidas para estudiantes indocumentados. Esta medida afectaría aún más a quienes han logrado acceder a una educación superior en Florida bajo condiciones previamente establecidas.
Durante el periodo escolar 2023-2024, aproximadamente 6.500 estudiantes indocumentados en Florida se beneficiaron de matrículas reducidas de acuerdo con datos del Florida Policy Institute.
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El impacto de ambas leyes podría alterar de forma significativa las políticas de admisión en las universidades y repercutir no solo en los estudiantes indocumentados, sino también en las comunidades educativas que han prosperado gracias a la inclusión y diversidad.
Hay quienes perciben estas propuestas como un paso hacia una mayor regulación migratoria, pero hay otros que advierten sobre sus posibles efectos adversos en un sistema educativo que ya es desafiante.