En más de 600% incrementará El Pentágono la tropa que está presente en la frontera sur de los Estados Unidos, fuerza de tarea que será desplegada para apoyar el trabajo que en esa latitud lleva a cabo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Desde la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos se conoció que 3 mil 750 soldados se dirigirán a la zona limítrofe para ayudar a colocar alambre de púas en las barreras y a cooperar en las rutinas de vigilancia y patrullaje.
Hasta la fecha el contingente militar en la frontera era de aproximadamente 600 hombres y el despliegue elevará el número de fuerzas en servicio activo en el área de apoyo de Aduanas y Protección de Fronteras a aproximadamente 4 mil 350.
En torno a detalles y motivaciones sobre el incremento de la presencia militar no aportó comentario alguno El Pentágono, solo se ha conocido por diversos portales, entre ellos “La Voz de América” que “las unidades adicionales serán desplegadas por 90 días”.
El Pentágono aprobó inicialmente el despliegue de tropas en servicio activo a la frontera con México en octubre, antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato en Estados Unidos. La medida fue bien recibida por los partidarios del presidente Donald Trump, incluidos los republicanos en el Congreso.
El secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, autorizó el despliegue a partir del 11 de enero, según el comunicado. El presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith, reveló los planes para el envío de tropas el jueves y criticó la falta de transparencia que rodea la cantidad de tropas enviadas a la frontera.
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El secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, dijo la semana pasada que el departamento enviaría “varios miles” de tropas adicionales a la frontera, pero se negó a ser más específico.
El despliegue adicional de tropas se produce en medio de un enfrentamiento entre el presidente Trump y los demócratas del Congreso sobre la financiación de su muro deseado a lo largo de la frontera sur. El mandatario ha exigido US$ 5 mil 700 millones para la estructura, a la que los demócratas se han opuesto firmemente. El estancamiento provocó un cierre parcial del gobierno que duró 35 días.
Trump firmó una legislación para reabrir al gobierno hasta el 15 de febrero que no incluía dinero para el muro, pero permitía que un grupo bipartidista de legisladores negociara sobre la financiación de la seguridad fronteriza.
El presidente ha expresado dudas de que el acuerdo final será de su agrado, lo que aumentará la posibilidad de otro cierre del gobierno o que podría declarar una emergencia nacional para asegurar el dinero para el muro. La última medida probablemente provocaría rápidos desafíos legales.
Trump tuiteó el jueves pasado que se enviarían más tropas a la frontera, pero que construir un muro sería “mucho más fácil y menos costoso”.
El pasado 30 de enero, el Departamento de Defensa había anunciado sus planes de enviar 2.000 soldados a la frontera con México. Al día siguiente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que efectivamente serían enviadas tropas con el ánimo de “detener el intento de invasión de ilegales, a través de grandes caravanas”, al país. Asimismo, el mandatario enfatizó en que “con un muro esto sería mucho más fácil y menos costoso”.
Desde finales de octubre, mientras la primera caravana migrante de centroamericanos emprendía su camino rumbo a EE.UU. para huir de la pobreza y la violencia, Donald Trump autorizó el despliegue de 5 mil 200 militares a la frontera con México.
Semanas después, el mandatario de EE.UU. amenazó con enviar hasta 15 mil militares y advirtió que nadie iba a entrar a territorio estadounidense.