La salud mental ha sido uno de los temas más recurrentes y preocupantes durante la pandemia de la COVID-19. El hacer ejercicio puede ayudar pues el aislamiento, la incertidumbre de lo que pasaba y la constante información en medios sociales, hizo de la crisis sanitaria un detonante.
A veces, todo lo que necesitamos para mantenernos mentalmente sanos es dormir un poco más o hacer algo de ejercicio. Pero también es importante hablar con profesionales en el área si la situación se sale de las manos. Hoy día, hay muchas opciones online, hay que considerar también conversar con las personas cercanas, pero en definitiva una de las mejores formas de cuidar la salud física y mental es el ejercicio.
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Ayuda a reducir el estrés. La Asociación Estadounidense de Psicología informó que el 44% de los adultos realizan caminatas u otras formas de ejercicio para lidiar con el estrés. El ejercicio libera endorfinas, que mejoran las habilidades de concentración y ayudan a fomentar el crecimiento de nuevas células cerebrales.
También puede ayudar a dormir mejor, el ejercicio regular aumenta la temperatura física del cuerpo, lo que significa que el cerebro puede relajarse más fácilmente cuando quiere dormir por la noche.
Hacer ejercicio con otras personas proporciona beneficios físicos, mentales y sociales, es una forma de conectarse con otros y consigo mismo, se puede aprender más de los límites, de gustos personales, es una manera de hacer contacto con los intereses propios.
Las actividades que involucran movimiento reducen considerablemente las posibilidades de problemas de salud física. Una probabilidad reducida de sufrir problemas de salud física es uno de los principales beneficios para la salud mental del ejercicio. A veces, la prevención puede ser el mayor beneficio de todos.