El estado de Florida es mundialmente reconocido por sus soleadas playas, parques temáticos y cultivos de frutas cítricas. Sin embargo, un aspecto oscuro también forma parte de las razones por las cuales el nombre del llamado “estado del sol” es conocido a nivel global.
El estado sureño es también un punto relevante para el narcotráfico, especialmente la ciudad de Miami que ha sido apodada la capital del narcotráfico del estado.
En Florida las leyes contra el tráfico de drogas prohíben la posesión, distribución y venta de sustancias controladas, a tal punto que poseer marihuana en una cantidad inferior a 20 gramos merece un cargo de delito menor de primer grado, a menos que esa sustancia sea para uso médico y tenga permiso para ello. Una condena por este delito puede resultar en una pena mínima obligatoria de prisión aunada a multas de cientos de miles de dólares.
En Miami actúan como entes de seguridad y control la DEA, el FBI, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, además del Departamento de Aplicación de la Ley de Florida y el Departamento de Policía de Miami-Dade. Y a todo esto se unen iniciativas y programas de prevención y educación sobre sustancias ilícitas, servicios de tratamiento y recuperación de personas con adicción y opciones de sentencias alternativas.
Pero todo lo expuesto no pareciera ser suficiente, ya que el estado de Florida aún está catalogado como un punto estratégico para el narcotráfico, especialmente la ciudad de Miami debido a su largo historial como centro para el tráfico de drogas, cuyos inicios se remontan a las décadas de 1970 y 1980 cuando los cárteles colombianos utilizaban la ciudad como puerta de entrada para contrabandear cocaína a Estados Unidos.
La cercanía de la ciudad floridana con Latinoamérica, su diversa y numerosa población, y sus concurridos puertos y aeropuertos combinados con su vibrante vida nocturna convierten a Miami en un destino atractivo tanto para los narcotraficantes como para los consumidores.
Según la Administración de Control de Drogas (DEA) estadounidense, en la actualidad, cuando ya ha transcurrido medio siglo, Miami sigue siendo el principal centro de distribución de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo en Florida. La agencia ha informado además que Miami es una fuente de suministro de otras drogas, como marihuana, éxtasis y opioides recetados, que se trafican a otras partes del estado y del país, según refiere un reporte elaborado por el medio MohaveTV.
Nefastas consecuencias
En Miami el tráfico de drogas tiene graves consecuencias tanto para la ciudad como para sus residentes pues fomenta la violencia, la corrupción, el lavado de dinero y el crimen organizado. El tráfico de drogas también representa una amenaza para la salud pública, en virtud de que el abuso de sustancias y las muertes por sobredosis de droga están aumentando en Miami y en todo el estado.
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De acuerdo con datos del Departamento de Salud de Florida, en 2019 se registraron 5.576 muertes relacionadas con drogas en Florida, lo que significa un aumento del 14,7% con respecto a 2018.
Del total de estos decesos, 2.773 involucraron opioides, 1.948 incluyeron cocaína y 1.301 implicaron metanfetamina. El condado de Miami-Dade tuvo el mayor número de muertes relacionadas con las drogas en Florida con 1.037 decesos, seguido por el condado de Broward con 833 muertes y el condado de Palm Beach con 626.