La adicción al vapeo de G Kumar alcanzó su punto álgido en la Universidad de Colorado, cuando los vapeadores saborizados desechables comenzaban a popularizarse.
El vapeo se convirtió en una adicción para él y sus amigos. Al igual que perder un celular, perder un vapeador desencadenaba una locura.
Él y sus amigos se enfermaban a menudo, incluso se contagiaron covid-19 unos a otros, y todo por vapear.
Kumar, que ahora tiene 24 años, acabó dejándolo. Pero muchos de su generación no pueden dejar el hábito.
“Todo el mundo sabe que no es bueno y todo el mundo quiere dejarlo”, afirmó Jacob Garza, estudiante de la Universidad de Colorado que trabaja para concientizar sobre adicciones, como parte del programa de promoción de la salud de la universidad.
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El marketing de las empresas de cigarrillos electrónicos, que promocionan atractivos nombres con sabores frutales similares a los caramelos, llevó a muchos adolescentes a probar el vapeo. A medida que más jóvenes y estudiantes de secundaria experimentaban con estos cigarrillos, médicos e investigadores advertían de que podría generar una adicción generalizada y crear la Generación del Vapeo”.
Investigaciones han demostrado que la nicotina es muy gratificante para el cerebro de los jóvenes. Las tasas nacionales de vapeo para adultos jóvenes aumentaron del 7,6% en 2018 al 11% en 2021.
En 2020, la administración de Drogas y Alimentos (FDA) prohibió los cartuchos de vapeo con sabor como medida contra la comercialización a menores, pero los productos siguen siendo fáciles de encontrar.