La Patrulla Fronteriza (CBP) de Estados Unidos aseguró mediante un comunicado que la cantidad de inmigrantes que intentan llegar ilegalmente a las costas de Puerto Rico, se ha incrementado a pesar de la crisis de la pandemia del nuevo coronavirus.
El informe de la agencia indica que los inmigrantes se desplazan en precarias embarcaciones, muy ligeras movidas a remo y con vela conocidas como “yolas”, que navegan repletas de personas. Estas rudimentarias barcas siguen siendo usadas para el tráfico de personas hacia Puerto Rico, pese a las dificultades causadas por el coronavirus.
La Patrulla Fronteriza informó que el domingo pasado agentes de esa instancia en acción conjunta con la Policía de Puerto Rico y la Policía Municipal de Isabela apresaron a tres hombre y una mujer, inmigrantes indocumentados, luego que desembarcaran en playa Middles, en la localidad de Isabela.
A estos cuatro inmigrantes se suman otros 66 indocumentados que fueron capturados en el mar por autoridades y repatriados a la República Dominicana.
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Las autoridades indican en el informe presentado el lunes 19 de octubre, que a pesar de la pandemia los traficantes de personas siguen con su actividad y exponen a los inmigrantes al contagio del virus. Los obligan a viajar amontonados en las “yolas” durante más de 12 horas que es el tiempo que dura el trayecto de 100 kilómetros entre la isla de La Española (que comparten República Dominicana y Haití), hasta llegar a Puerto Rico.
“Los traficantes de personas son criminales sin escrupulosos que se enriquecen sin tener en cuenta el peligro que representa el viaje”, dijo el jefe del Sector Ramey de la Patrulla Fronteriza, Xavier Morales.
“Tratan a los inmigrantes como mercancía que se puede perder en el trayecto y no se responsabilizan por el sufrimiento de las familias que puedan perder un ser querido”, acotó.
Morales refirió que estos traficantes de personas cobran entre 1.000 y 10.000 dólares por persona a cambio de transportarlos ilegalmente hasta Puerto Rico.