La noche del lunes tuvo lugar en Frankford una vigilia por Sadeek Clark-Harrison, el niño de 12 años que fue disparado al atender un llamado en la puerta de su casa. Las represalias que toman la justicia por su propia mano es una preocupación. Charles Clark Bolden, tío del pequeño ahora difunto, pidió que se pusiera fin al ciclo de “ojo por ojo, diente por diente”.
El fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner, habló en la vigilia sobre el peligro de represalias. Está consciente de las altas posibilidades de se invoque a lex talionis. “En cualquier tiroteo en Filadelfia, las represalias son una preocupación”, dijo Krasner. “La forma en que la gente reacciona en un momento tan emotivo a veces va en una dirección muy negativa. Y estamos viendo más vidas perdidas, más vidas desperdiciadas. Y no queremos nada de eso”.
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La madre Lisa Clark en medio de sus arrebatos de dolor insistía con su tesis. “Lo conocían. Lo conocían. Le llamaron por su maldito nombre”, gritó Clark ante una multitud creciente. “Llamaron a mi puerta. Llamaron a mi hijo por su nombre… Así que quienesquiera que sean, tenían miedo de un maldito niño de 12 años… y me lo quitaron. ¿Por qué hicieron eso?”
Recuerdos en una vigilia por Sadeek
El periodista Darryl C. Murphy estuvo por WYHH realizando la cobertura del acontecimiento. A Sadeek Clark-Harrison le encantaba “desmontar cosas y volver a montarlas”. Eso lo expresó Charles Clark Bolden, tío del niño de 12 años que el domingo se transformó en el 437º homicidio del año en Filadelfia.
Bolden describió a un joven “en camino de ser ingeniero o arquitecto”. Fue un sueño arrebatado por una persona que disparó a través de la puerta de su casa de Frankford en las primeras horas de la mañana. Las balas perforaron la cabeza del niño después de que fue a responder a un llamado a la puerta.
Docenas de personas que se reunieron el lunes por la noche en una vigilia por Sadeek. Se realizó en la casa de la manzana 5000 de la calle Ditman donde Sadeek vivía con su madre Lisa Clark. La gente llevó fajos de globos y colocó velas en el suelo en recuerdo del niño, que estaba en sexto grado en la escuela media Warren G. Harding.
Los números están mal
En las horas posteriores al asesinato de Sadeek, la policía de Filadelfia registró tres homicidios más. El trágico recuento del año llegó 440. Es un número de muertes nunca visto desde los años 90. Entre los muertos hay más de 100 niños víctimas de disparos.
Hasta el 15 de noviembre, la policía de Filadelfia contó más de 3.300 incidentes de disparos. Traduce un aumento de más del 60% con respecto al año pasado. En esos eventos cerca de 2.000 han sido heridos o muertos, un incremento de más del 50%.
El Fiscal Krasner reconoció la complicada historia entre las comunidades afectadas por la violencia con armas y la policía de la ciudad. Sin embargo pidió ayuda para encontrar a la persona que disparó a Sadeek. “Queremos que la comunidad nos ayude”, dijo el Fiscal. “Para que podamos hacer justicia en un juzgado en lugar de en la calle”.
No a la Ley del Talión
El tío Bolden hizo un llamamiento a la multitud de acuerdo con el sentimiento de Krasner. Pidió que se pusiera fin al ciclo de “ojo por ojo, diente por diente”.
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“No se trata de chivarse”, dijo. “Chivarse es cuando eres parte de esa vida, y vives esa vida y te pillan a ti y a tu compañero y lo delatas. No eres un soplón cuando ves que algo le pasa a alguien y lo denuncias porque tienes corazón. Ves a alguien ser asesinado, dices algo porque tienes corazón”.