La manifiesta empatía que Donald Trump halla en Kim Jong-un, no ha logrado calmar las angustias de Corea del Sur, nación que sigue bregando para que a través del diálogo Whashington y Pionyang lleguen a un acuerdo para la desnuclearización de la Península de Corea.
Sin embargo, el neoyorquino siempre se muestra relajado frente a los asuntos de Corea del Norte, a quien no tacha en lo absoluto por las recientes pruebas realizadas con misiles de corto alcance porque muchos países los prueban y que Kim “ha cumplido su palabra” en lo acordado hasta ahora.
Frente a la prensa agolpada en el marco de la Asamblea General de la ONU, el inquilino de la Casa Blanca manifestó que existe la posibilidad de que un encuentro con el líder norcoreano se dé antes de fin de año, no obstante entreveró en sus declaraciones el no tener prisa e hizo nuevamente evidente que sostiene en lo personal una buena relación con el dictador del país asiático.
Al ser preguntado -durante su reunión bilateral en Nueva York con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in- por la posibilidad de otra cumbre con Kim, Trump respondió: “Veremos: ahora mismo la gente quiere que suceda. Yo quiero saber qué va a salir de ello”, según la transcripción facilitada por la oficina presidencial surcoreana.
“Si podemos lograr algo con una nueva cumbre sería genial. Y si no, no hay problema”, dijo Trump destacando que, ante todo, “no ha habido ningún test nuclear en un largo y pacífico periodo” (el último ensayo atómico norcoreano fue hace más de dos años).
Durante el encuentro con Trump, Moon dijo que Seúl espera con ilusión nuevas reuniones de trabajo para concertar una nueva cumbre EE.UU.-Corea del Norte y que cree que ésta podría suponer “un paso decisivo” para la desnuclearización de la península.
Trump y Kim han celebrado dos cumbres -en Singapur en 2018 y en Hanói el pasado febrero- y un encuentro informal que tuvo lugar en la frontera intercoreana en junio.
Esta última reunión tuvo como objetivo desbloquear el diálogo después de que ambos países cerraran la cita de Hanói sin acuerdo con respecto al modelo para desnuclearizar Corea del Norte.
En esa ocasión Washington consideró insuficiente lo ofertado por Pionyang que suponía el desmantelar el centro donde fabrica combustible nuclear y se negó a rebajar sanciones.
En todo caso, Trump destacó que, pese a que las reuniones de trabajo aún no se han retomado, gracias a sus encuentros con Kim EE.UU. ha logrado cosas como traer de vuelta a estadounidenses detenidos en Corea del Norte, la suspensión de test atómicos o que las relaciones con el dictador sean “muy buenas”.
En ese sentido dijo que EE.UU. “no contempla ningún tipo de acción” contra el régimen norcoreano y aseguró que, y refrescó su ya ofrecida opinión, que supone que si él no fuera presidente, su país estaría “en guerra con Corea del Norte”.