Las autoridades sanitarias han aumentado la presión en EEUU para una tercera dosis contra la COVID-19. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y otras altas autoridades consideran que el refuerzo es necesario. Prevén una dosis adicional ocho meses después de que la gente reciba su segunda inyección de la vacuna de Pfizer o Moderna.
Según la información que se maneja hasta ahora las dosis adicionales podrían comenzar la semana del 20 de septiembre. “Nuestro plan es proteger al pueblo estadounidense, para adelantarnos a este virus”. La voz activa corresponde a la directora de los CDC, doctora Rochelle Walensky, en un comunicado.
Puedes leer: Más defunciones que nacimientos: Dato desalentador del Censo en Pensilvania
En una nota de WYHH y la Associated Press, se habló de las personas que recibieron la dosis única. Se trata de la vacuna de Johnson & Johnson. Probablemente también necesitarán dosis adicionales. Sin embargo los epidemiólogos están esperando más datos. Aún tienen que definir detalles.
Presión en EEUU para una tercera dosis
El plan general está a la espera de una evaluación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA. La presión en EEUU para una tercera dosis no basta. Los supervisores desean saber sobre la seguridad y eficacia de una tercera dosis.
En un comunicado, las autoridades sanitarias precisaron una realidad. Está “muy claro” que la protección de las vacunas contra la infección disminuye con el tiempo. Ahora está la variante delta altamente contagiosa y se está extendiendo rápidamente. “Estamos empezando a ver pruebas de una menor protección contra la enfermedad leve y moderada.” “Basándonos en nuestra última evaluación, la protección actual contra gravedad, hospitalización y muerte podría disminuir en los próximos meses”, dijeron.
Opinión en la OMS
Los principales científicos de la Organización Mundial de la Salud se oponen a la presión en EEUU para una tercera dosis. Señalan que los países pobres no están recibiendo suficientes vacunas para sus rondas iniciales de vacunación.
“Estamos planeando repartir chalecos salvavidas adicionales a personas que ya tienen chalecos salvavidas. Mientras dejamos que otras personas se ahoguen sin un solo chaleco salvavidas”. Así dijo el doctor Michael Ryan, jefe de emergencias de la OMS.
El doctor Soumya Swaminathan, principal científico de la organización, se pronunció. “Creemos claramente que los datos no indican que se necesiten salvavidas” para todos. Advirtió que dejar sin vacunar a miles de millones de personas en el mundo en desarrollo podría favorecer la aparición de nuevas variantes y provocar “situaciones aún más graves”.
Los funcionarios de la OMS han expresado en repetidas ocasiones su preocupación. Están convencidos de la posibilidad de que sigan apareciendo variantes en zonas donde el virus no se controla con vacunación. Han hecho un llamamiento a la equidad de las vacunas y a la “solidaridad” entre los países.
Desde la Casa Blanca
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se pronunció esta semana. Dijo que la cuestión de si distribuir refuerzos o ayudar a otras naciones “es una falsa elección. Podemos hacer ambas cosas”.
Puedes leer: Casi 40 mil niños de 12 a 16 años han sido vacunados en Philly
Dijo que Estados Unidos es “de lejos” el mayor contribuyente a la lucha global contra el COVID-19. Además precisó que “seguirá siendo el arsenal de vacunas” para el mundo. Añadió que Estados Unidos tiene suficientes vacunas para dispensar refuerzos al pueblo estadounidense.
Los expertos en salud pública de EE.UU. se han alarmado en las últimas semanas por la rápida propagación de la variante altamente contagiosa y por los informes de casos de “avance” en personas vacunadas.