El estado de Florida tiene la fortuna de contar con un pujante mercado inmobiliario y ello es posible gracias a una mano de obra calificada que ofrecen los migrantes latinos.
Por diversas razones los migrantes hispanoparlantes prefieren brindar sus conocimientos a la cimentación de nuevos proyectos de construcción. Por ello existen mayores posibilidades de hallar a un latino dentro de una obra de construcción que en cualquier oficina de administrativa pública ó privada.
De acuerdo con estadísticas del Departamento de Trabajo (DOL), los latinos constituyen un ejército de calificados albañiles que se encuentra por todos lados. El 27,3% de los hispanos son trabajadores en construcción, mientras que el 23.1% se dedica a laborar el campo, el bosque, la pesca y la caza.
Según la DOL, otro 22.3% de los latinos trabaja en bares, restaurantes y hoteles y un 17,2% se dedica a prestar su esfuerzo en el transporte público y en el comercio. Sin embargo, las estadísticas también señalan que los obreros latinos en general están afectados por un cierto grado de inestabilidad laboral.
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La mano de obra latina es muy demandada por las compañías que se dedican a la construcción, pues dentro de sus bondades destaca la puntualidad y la dedicación. Un obrero de la construcción puede ganar hasta 38.000 dólares al año.
Las estadísticas también indican que la construcción es uno de los sectores que mayormente emplea migrantes indocumentados. Antes del paso del huracán Ian, Florida contaba con más de 100 mil trabajadores de la construcción indocumentados, según los datos más recientes emitidos por la organización no partidista Instituto de Política Migratoria.
Tras el desastre natural cientos de migrantes latinos llegaron a Florida para trabajar en la reconstrucción. Algunos contratistas pagaron siete dólares la hora para trabajos de demolición. Por ello activistas están preocupados ante la posibilidad de que los inmigrantes se conviertan en objetivos de empresas ansiosas por explotar a empleados con ofertas de trabajo duro y salarios bajos.
Una valorada experiencia
La mano de obra hispana ha sido fundamental en las labores de rescate y reconstrucción de todo el desastre dejado por el huracán Ian en el suroeste de Florida. De manera paradójica el huracán Ian se convirtió en una oportunidad para miles de obreros hispanos.
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Aun así, la falta de profesionales capacitados en las distintas áreas operativas impacta de manera negativa los costos y los tiempos de ejecución de obras y proyectos. No es fácil conseguir un obrero con conocimiento y experiencia.
En Miami no sólo hay un aumento en la construcción residencial y comercial, también en la edificación de autopistas que demandan cada vez más mano de obra. No obstante, la falta de mano de obra calificada afecta los cronogramas.
Los albañiles latinos son esenciales para ejecutar cualquier proyecto y de allí nace una especie de dependencia hacia esa mano de obra hispana. La escasez de estos trabajadores ha puesto en apuros a las empresas de construcción que ofrecen mejores salarios y condiciones para atraer y conservar a sus empleados ahora que comienzan a fluir los fondos federales para la reconstrucción.