Como parte del comienzo de la Fase Uno de la reapertura económica en Florida aprobada por el condado de Miami-Dade, y cuya fecha de inicio está pautada para el próximo lunes 18 de mayo, las ciudades de Miami, Doral, Hialeah, Hialeah Gardens y Miami Beach anunciaron sus propios planes de reapertura en conjunto.
El gobierno municipal hizo pública una guía con los reglamentos tanto para los residentes como para los establecimientos comerciales que están bajo la jurisdicción del condado. A pesar de ello, las referidas urbes acordaron poner en marcha su propio plan de reapertura, que toma en cuenta las recomendaciones de Miami-Dade pero postergando algunos días el inicio de esta primera Fase.
Para el miércoles 20 de mayo estas las cinco ciudades aprobaron abrir parques, las tiendas, peluquerías, barberías y salones.
“Es importante que todos estemos trabajando bajo la misma sombrilla para que todo, o por lo menos el 95 % de las cosas sean lo mismo para todos”, dijo el alcalde de Hialeah, Carlos Hernández en una conferencia de prensa virtual.
Por su parte el alcalde de Miami, Francis Suárez, ofreció detalles sobre los planes en su ciudad. “El objetivo es abrir los pequeños negocios con una capacidad de 25% el miércoles que viene (20 de mayo) y abrir los restaurantes el 27 de mayo (una semana después)”.
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Suárez indicó que las marinas de Miami abrirán este jueves 14 de mayo, al menos una semana después de que lo aprobara el condado Miami-Dade para estos lugares.
En el caso de Miami Beach, la playa no abrirá hasta el venidero junio. Cada residente deberá regirse por las normas impuestas por la ciudad donde vive, y si se trata de una zona no incorporada a una ciudad, deberá guiarse por las del condado.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, advirtió que la reapertura económica depende de la aprobación del gobernador Ron DeSantis. “Yo deseo abrir el lunes, si el gobernador da la luz verde”, acotó.
En cuanto a las regulaciones del condado, el gobierno municipal dispuso que las tiendas se exija el uso obligatorio de mascarillas, limitar el número de empleados y clientes a una capacidad del 50% y que la ropa no puede ser devuelta a los exhibidores después que un cliente se la pruebe, hay que limpiarla antes de volver a exhibirla.
A los salones de belleza y barberías se les exige que trabajen bajo la modalidad de una cita previa para el servicio, los clientes no podrán esperar dentro del salón o congregarse en la entrada y el lavado de la cabeza antes del servicio es obligatorio.
Mientras, en los restaurantes, el cliente tiene que usar mascarilla hasta que se siente en la mesa y deben estar a 6 pies (unos dos metros) de la barra.
“Yo creo que no vamos a tener un Happy Hour por un buen rato, ni los clubs, no se va a abrir muy rápido”, comentó Giménez.