Los propietarios de una mansión en una exclusiva isla de Miami Beach, que fue residencia del tristemente célebre gánster Al Capone, la misma donde murió en 1947 a los 48 años de edad, planean la demolición del inmueble por considerar que está en mal estado.
Los planes para la que otrora fue una lujosa mansión y propiedad de unos 9.000 km cuadrados, construida en 1922 en Palm Beach, bahía de Biscayne, contemplan la demolición para construir una vivienda moderna, según comentó Todd Glaser uno de los actuales propietarios al Miami Herald.
La simbólica mansión tiene dos pisos, fachada de traza clásica española y dispone de residencia para invitados, playa privada con vistas a la bahía, siete cuartos y cinco salas de baños.
La residencia, que depende de una posible designación histórica por parte de la ciudad de Miami Beach, está rodeada por hermosas palmeras, una vegetación exuberante en su entorno y un embarcadero privado de 30 metros de largo.
Es una de las más antiguas mansiones de Miami Beach y perteneció originalmente a Clarence Busch, de la dinastía de Anhueser-Busch que en su época controló la mayor compañía cervecera del mundo.
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En 1928, Busch vendió la residencia al gánster por 40.000 dólares, poco tiempo antes de que Capone fuera arrestado por las autoridades federales que solo pudieron acusarlo de evasión de impuestos y enviado a la prisión de Alcatraz.
Tiempo después Al Capone, conocido con el alias de “Cara cortada”, falleció en esta residencia en 1947, poco después de ser puesto en libertad.
La casa está rodeada por jardines con plantas tropicales y cuenta con una piscina de unos 18 metros de largo. Es considerada una de las residencia más grandes de la isla y está ubicada frente al mar.
Al Capone estuvo en la lista de los delincuentes más buscados de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Tras cumplir su condena se trasladó a Florida donde murió el 25 de enero de 1947.