Sobre el holocausto contra los indios americanos nadie habla. Se les tiene allá, lejos, en la yerma angustia de la pobreza y en la actualidad al menos la Nación Navajo encara un genocidio mayor al sentir los rigores de la pandemia por coronavirus y solo recibir del gobierno federal para su lucha el mínimo de las ayudas.
Mucho se ha hablado de los afroestadunidenses y los latinos, quienes por razones de pobreza y enfermedades crónicas, encabezan en Estados Unidos la taza de muerte por la COVID-19 desde el punto de vista de las etnias.
La realidad de esta reserva de nativos americanos dibuja que el 43% de la Nación vive en situación de pobreza, es hogar de 175 mil personas que tienen “techo” en territorios de los estados de Nuevo México, Arizona y Utah y cuentan con autonomía e instituciones de gobierno propias.
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En la actualidad la enfermedad de la COVID-19 ha enviado a la muerte a 127 navajos, pero socorristas internacionales que se han desplegado en el lugar están preocupados debido a que sus condiciones de vida y sus enfermedades pueden crear una combinación letal con la entrada del coronavirus.
Médicos Sin Frontera, una organización humanitaria internacional que aporta ayuda a las víctimas de desastres naturales o humanos, Premio Nobel de la Paz en 1999, ha puesto en relieve el caso de los Nativos Americanos.
Pese a que son las grandes ciudades las que se han llevado el mayor impacto por la pandemia del nuevo coronavirus, en Estados Unidos los nativos de la Nación Navajo tienen una incidencia de la enfermedad tan alta como Nueva York, algo que ha llevado a Médicos Sin Fronteras (MSF) a acudir en su ayuda.
De acuerdo a MSF que fue abordado por corresponsales de la prensa estatal de España sobre el terreno, “la comunidad Navajo ha sido golpeada muy duro a nivel per capita”. Esta conclusión fue aportada Carolina Batista, la especialista en desastres que precisó que la labor de MSF “es hacer una evaluación de la situación e identificar qué áreas y poblaciones son las más vulnerables”.
Batista dio la entrevista desde Nueva York. Acaba de regresar temporalmente de la Nación Navajo. La organización sin ánimo de lucro ha pasado de suplir carencias sanitarias en países en desarrollo a trabajar sobre el terreno en Europa y en Estados Unidos, donde el virus del SARS-Cov-2 ha llevado a colapsos hospitalarios.
La doctora de MSF sobre la Nación Navajo dijo que “un gran número de personas tiene problemas de salud crónicos y hay carencias en el acceso a agua corriente, saneamiento y electricidad, lo cual hace que la enfermedad de COVID-19 tenga un impacto mayor”.
Además, de esos riegos asociados muchas familias navajo viven con varias generaciones, lo que conlleva que la extensión de la enfermedad tenga un mayor impacto en los más mayores o vulnerables.
Este miércoles el presidente de la Nación Navajo, Jonathan Nez, explicaba en entrevista con la emisora NPR que han centrado su estrategia en realizar un gran número de test: al 8% de toda la población.
Nez, al igual que muchos otros gobernantes que se enfrentan a la pandemia, lamentó también lo difícil que es en ocasiones concienciar de la importancia del confinamiento, que pasa ya por su sexta semana.
“Esto es como una represa, un poco de agua que se suelte puede crear una riada”, alertaba Nez esta semana en referencia a la dificultad de concienciar a la población de la importancia del confinamiento.
“En coordinación con las autoridades locales, desde abril nos hemos centrado en la prevención, capacitación y apoyo en concienciar a la comunidad, así como monitorización y mapeo de la crisis”, explica Batista, brasileña y que en su país natal ha trabajado con comunidades indígenas.
Además de en la Nación Navajo, MSF realiza labores de ayuda en Nueva York, Puerto Rico y Florida, lugares duramente golpeados por la pandemia y donde existen poblaciones vulnerables, las más afectadas por este nuevo coronavirus.
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Poblaciones indígenas en todo el mundo, sistemáticamente olvidadas y golpeadas ya de antes por pobreza, ineficiente acceso sanitario y crisis de más largo recorrido como el cambio climático, están sufriendo en todo el mundo la dura realidad de la pandemia.
“Las largas disparidades en recursos y oportunidades económicas hacen que los nativos americanos sean de los más vulnerables al COVID-19, pese a eso el gobierno federal solo ofrece ayuda mínima”, aseguraba esta semana en un comunicado el Congreso Nacional de Indios Americanos.