Un adolescente de 14 años de edad fue acusado como adulto en un tribunal de la ciudad de Cape Coral, porque junto con su hermano de 11 años robó 22 pistolas de diversos calibres y municiones en una armería de esta población ubicada en el suroeste de Florida, informó el Departamento de Policía de Cape Coral.
El menor de 14 años fue acusado de 22 cargos por los delitos de “hurto mayor de un arma de fuego, robo, resistencia al arresto y conducta delictiva”, reseñaron los medios locales y el canal WINK News.
El joven también fue acusado de violar su libertad condicional, según el reporte.
Los hechos ocurrieron el pasado 8 de junio cuando el adolescente en compañía de su hermano menor irrumpió en horas de la madrugada en la tienda de armas Guns 4 Less.
Te puede interesar:Lanzan iniciativa en Miami de retirar armas de las calles y enviarlas a Ucrania
El propietario de la armería recibió una alerta de su compañía de seguridad y, cuando poco después revisó las cámaras de vigilancia, se llevó una gran sorpresa al ver que los ladrones que irrumpieron en su tienda eran dos niños.
La Policía informó que el niño de 11 años fue capturado rápidamente, pero que el adolescente echó a correr y trató de esconder una de las pistolas en una rejilla del alcantarillado de una calle.
El muchacho de 14 años compareció el martes 28 de junio a un tribunal de la ciudad Cape Coral, donde un juez le impuso una fianza de 286.000 dólares y le prohibió cualquier contacto con su hermano pequeño.
Debido al peso de las múltiples armas y municiones robadas, los menores dejaron caer las armas y huyeron a corriendo en direcciones separadas, según explicaron los agentes policiales.
Te puede interesar:Corte Suprema de Estados Unidos avala derecho a portar armas en público
Al parecer, el menor acusado como adulto había ya tenido problemas en 2020 por amenazar perpetrar un tiroteo masivo.
El arresto de estos hermanos menores de edad ocurre en medio de un álgido debate nacional sobre el control de armas y leyes más estrictas a raíz de los tiroteos masivos registrados recientemente en una escuela de Texas y un supermercado de Nueva York por sospechosos adolescentes.