El selfie de un guardabosque con dos gorilas de pie y su compañero en el fondo ha sorprendido a muchos. Sin embargo, la postura y el comportamiento de estos animales no deberían impresionar tanto a los humanos según la opinión de algunos especialistas.
La escena muestra a los dos primates mirando hacia la cámara, uno de ellos totalmente erguido y el otro, asomándose por detrás del autor de la imagen como si no quisiera quedarse sin salir en la foto.
Esta se tomó en el Parque Nacional Virunga, en la República Democrática del Congo, adonde ambos animales llegaron en julio de 2007. Se habían quedado huérfanos con solo dos y cuatro meses de edad, después de que cazadores furtivos mataran a sus madres.
Así se lo explicó el vicedirector del parque, Innocent Mburanumwe, al programa de radio de la BBC Newsday.
“Esa foto se tomó en las instalaciones del orfanato de gorilas de montaña. Han crecido viendo a esos guardabosques cuidarlos, así que los consideran sus padres. Parecen seres humanos… Tenían mucha curiosidad por ver un auto que estaba pasando cerca de la reja. Era la primera vez que veían un auto cerca de la reja”, comentó Mburanumwe.
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Pero, ¿qué tan inusual es la pose erguida en la que aparecen estos gorilas?
“Lo que se ve en esa foto no sucede normalmente. Cuando tienen mucha curiosidad se tienen que levantar para ver lo que tienen que ver”, dijo Mburanumwe, que afirmó haber visto a los gorilas de pie en otras dos ocasiones.
El vicedirector del parque cree que este comportamiento es una señal de cómo los gorilas aprenden de los seres humanos, y que los están imitando para aprender a ser como ellos.
Sin embargo, Alan Goodall, un biólogo experto en gorilas, rechaza esta idea. “Han aprendido algo que hacen de manera natural todos los días cuando están en libertad: pararse bípedamente. Lo hacen para conseguir comida, para ver mejor por encima de la vegetación, para impresionar a otros cuando se lucen o juegan, y para golpearse el pecho”, dijo.
Goodall, que ha estudiado de cerca a varios grupos de esta especie, consideró que la foto es “fantástica” y que el gorila de la izquierda está erguido “de una forma mucho más vertical de lo que yo haya visto alguna vez”. Pero, en su opinión, la foto no parece muy espontánea.
“Sospecho que ha sido armada -tal vez uno de muchos intentos- para conseguir la mejor composición”, dijo el científico, que insistió en que no decía esto “de manera peyorativa”.
“Para mí es muy obvio que (los gorilas) lo han hecho muchas veces, así que él decidió tomar una foto de eso. Pero el resultado final es genial”.
Los gorilas son capaces de caminar bípedamente, aunque la disposición de su cadera y el fémur no les permite erguirse por completo, explicó Goodall.
El hecho de que ambos estén mirando a la cámara, según el experto, puede deberse a que a los gorilas les llama mucho la atención los reflejos en espejos o pantallas.
“Ellos ven los reflejos en cámaras de video o de fotos o cualquier cosa parecida y, con frecuencia, se sienten atraídos por estos… Están mirando directamente a la cámara, no al guardabosques ni a ningún otro lado, sino a la cámara”.
Santuario para gorilas huérfanos
Los gorilas de la foto crecieron en el Centro Senkwekwe, una instalación del Virunga que en su página web se presenta como el único “santuario para el cuidado de gorilas de montaña que se quedan huérfanos por la caza furtiva o los conflictos”.
La República Democrática del Congo está envuelta en un conflicto entre el gobierno y varios grupos armados. Muchos de estos operan dentro del parque natural y suelen incurrir en la caza furtiva.
Lo “ideal”, recordó Goodall, es que estos animales sean reinsertados en su hábitat natural en la edad adulta: “Pero hay muchos problemas”.
Uno de ellos es que, al ser criado por humanos, se han “habituado demasiado” a ellos, algo que el experto cree que debería haberse evitado porque una vez en libertad, puede ocasionar que busquen entrar en contacto con otros grupos de humanos y, por lo tanto, acabar “asesinados”.
No obstante, es difícil hallar una solución. En el parque ya hay grupos de gorilas silvestres que pueden aceptarlos, pero también enfrentarse a ellos.
Goodall cree que el destino de los gorilas huérfanos una vez en la adultez es un problema todavía por resolver.
De lo que está seguro es de “lo dedicados” que son los trabajadores del parque pese a que “ganan muy poco dinero”.
Además de asumir riesgos: cinco guardabosques de Virunga fueron asesinados el año pasado en una emboscada. Desde 1996, más de 130 corrieron el mismo destino.
“Esta es una gran foto y el fotógrafo se merece mucho dinero por los derechos… ¡y compartirlo con los gorilas!”.