El fantasma del fallecido afroamericano George Floyd apareció en la NBA, luego que se divulgaron imágenes de la detención del pívot de los New Orleans Pelicans, Jaxson Hayes.
Hayes fue detenido el pasado 28 de julio, pero ahora estalla un revuelo pues las imágenes, según algunos medios, invitan a pensar en brutalidad policial. La mesa está servida para que se recuerde el caso Floyd.
Los oficiales de la Policía de Los Ángeles acudieron a la casa de Hayes, situada en Woodland Hills, la madrugada de la citada fecha después de que el primo de su novia llamara al 911. El denunciante contó que la novia de Hayes le estaba enviando mensajes de texto y en ellos aseguraba que el jugador se había vuelto ruidoso, violento y que ella estaba asustada.
Al llegar los oficiales le indicaron a Hayes que no podía regresar a su casa por tratarse de un caso de violencia doméstica. Sin embargo, ignoró las solicitudes de los policías y opuso resistencia.
En el vídeo difundido por diversos medios se observa cómo reducen al pívot, de 21 años y 2,11 metros de estatura. Le disparan con una pistola Taser y uno de los policías pone la rodilla en el cuello de Hayes. De inmediato el jugador les indica “I can’t breathe” (“No puedo respirar”), frase que el movimiento Black Lives Matter convirtió en su bandera tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo de 2020. Desde entonces están en entredicho algunos procedimientos policiales y los derechos humanos.
El pasado mes de julio el sindicato de Policía de Los Ángeles solicitó a la NBA que realice su propia investigación del incidente.
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En una carta dirigida al comisionado Adam Silver y a la propietaria de los Pelicans, Gayle Benson, el sindicato policial señala que Hayes causó daños corporales a un oficial, obstruyó una investigación y usó repetidamente insultos raciales.
En el vídeo de 37 segundos, divulgado también en las redes sociales, se observa al jugador cuando empuja contra la pared a uno de los policías. El uniformado tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.