La Asociación para la Conservación de la Costa de Florida (CCA) anunció que dio inicio al programa de repoblación de parte de la fauna acuática en las aguas del suroeste del estado, sector marino que fue afectado recientemente por una oleada de la “marea roja”.
Desde el ámbito institucional las notas de prensa están impregnadas de alegría al dar a conocer a la ciudadanía que están esparciendo más de 16 mil peces adultos y una cantidad importante de alevines con la misión dar vida nuevamente a ese sector que fue afectado por el alga tóxica.
“Estamos muy emocionados al comenzar a liberar estos peces, ahora que las aguas son seguras”, dijo Brian Gorski, director de la Asociación para la Conservación de la Costa de Florida (CCA), organismo encargado de la repoblación junto con la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC) y la compañía eléctrica Duke Energy.
Gorski expresó su confianza en que este intento de creación de nuevas colonias de peces sea un éxito y sirva para “promover y mejorar la conservación” del hábitat marino.
El programa de repoblación de peces fue anunciado en el otoño pasado e incluía la donación de peces de la especie “redfish” por parte del Duke Energy Mariculture Center, ubicado en Crystal River.
Pasco, Hillsborough, Sarasota, Charlotee, Lee, Collier y Mnatatee, son los condados donde se llevará a cabo la repoblación de la costa oeste de Florida.
El estado de Florida invirtió en 2018 ocho millones de dólares para la limpieza de las costas y como auxilio a los negocios afectados por la marea roja. La presencia del alga tóxica causó pérdidas en turismo por encima de las decenas de millones de dólares.
El alga tóxica había estado afectando desde 2017 la costa oeste de Florida, donde persistió en altas concentraciones en varios condados y causó la muerte de toneladas de peces de las especie mero, róbalo, plática, bagre, róbalo, anguila o trucha y otros de animales marinos como manatíes y delfines.
“Karenia brevis” es el nombre del tóxico microorganismo que crea la marea roja y tiene efectos devastadores cuando las células se multiplican y forman una floración de algas dañinas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que asumió el pasado 8 de enero, ha hecho de la protección de los recursos hídricos del estado una de sus banderas.
A fines de enero recomendó la asignación de una partida presupuestaria de más de 625 millones de dólares con ese fin, incluyendo la restauración de la reserva de los Everglades.
El objetivo del republicano DeSantis, de 40 años, es que al final de su mandato de cuatro años, la inversión hecha para proteger el agua del estado totalice más de 2 mil 500 millones de dólares.
“Nuestro potencial económico estará en riesgo si no resolvemos los problemas que afectan a nuestros recursos hídricos y el medioambiente”, dijo DeSantis en su discurso de asunción.
Además de prometer luchar contra las algas tóxicas, las descargas de desechos en el mayor lago del estado y proteger la enorme reserva natural de los Everglades, DeSantis se comprometió a “dejar Florida a Dios mejor” que cuando él llegó.