No hay duda. La pandemia global del nuevo coronavirus COVID-19 no distingue raza, credo, color ni clase social. El patógeno que tuvo su epicentro en la localidad de Wuhan en China en diciembre de 2019, se ha propagado por el mundo contagiando tanto a plebeyos como a miembros de la realeza.
La casa Real Británica confirmó este miércoles 25 de marzo que Carlos de Inglaterra dio positivo a coronavirus. El príncipe de Gales, de 71 años de edad, muestra síntomas leves “pero por lo demás se mantiene con buena salud”, informó un portavoz de la Casa Real británica.
Su esposa Camila, duquesa de Cornualles, quien tiene 72 años, también fue sometida a una prueba, pero no tiene el virus.
Fuentes de Clarence House, residencia de la pareja real británica, aseguraron que Carlos y Camilla se encuentran aislados en la residencia real de Balmoral, en Escocia, y agregaron que no fue posible determinar quién infectó al príncipe con el virus.
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“No es posible determinar de quién el príncipe contrajo el virus debido a la gran cantidad de compromisos que realizó en su función pública durante las últimas semanas”, asegura la declaración oficial de la Casa Real.
La semana pasada la prensa internacional dio cuenta de otro contagio real. El príncipe Alberto II de Mónaco había dado positivo a la prueba de coronavirus según un comunicado emitido por el palacio en el que explicaba que el monarca se encuentra en buen estado.
“El soberano está siendo monitorizado por su médico y por especialistas del Centro Hospitalario Princesa Grace”, situado en el principado. Alberto de Mónaco se realizó el test que dio positivo el 19 de marzo. “Su estado de salud no genera ninguna inquietud”, afirmaron fuentes de palacio.
El hijo mayor de Rainiero y Grace de Mónaco afirmo que seguía trabajando “en sus apartamentos privados” y está “en permanente contacto con los miembros de su gabinete y de su Gobierno así como con sus colaboradores más cercanos”.