La promoción del racismo y la violencia no son méritos que te puedan llevar a ser Comisionada de la Policía de Filadelfia.
Después que una desgastada reputación de Richard Ross lo llevó a la renuncia de su cargo, trámite recientemente aceptado por la ciudad, emergió la figura de Christine Coulter, una veterana oficial de la fuerza pública que se convirtió en la primera mujer en comandar a los oficiales de a la Ciudad del Amor Fraterno.
No obstante al parecer se llevó a la cúspide de la institución a una más de la “fraternidad blanca”, debido a que recientemente se mostraron fotos de Coulter con una camiseta a principios de la década de 1990 en la que se burlaba de la paliza animal del automovilista negro Rodney King a manos de agentes de policía blancos de Los Ángeles en 1991.
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Esta situación movió los mecanismos editoriales de John N. Mitchell, un estimado activista por los Derechos Civiles de Filadelfia, quien elaboró un material de opinión que tituló: Coulter es la elección equivocada para el mejor policía de la ciudad.
Su camiseta decía: “Policía de Los Ángeles, te tratamos como a un rey”.
Hay un poco de indignación
Recientes investigaciones han revelado que las fuerzas policiales de los Estados Unidos son un refugio donde se esconden hábiles mentes racistas que eluden todo el proceso de filtro en el reclutamiento y entran a la institución para con el poder delegado descargar su ira racial.
John N. Mitchell hizo un boceto de la uniformada Christine Coulter, a quien retrató como una funcionaria preparada, con excelente nivel académico, premiada por sus esfuerzos y poseedora de una reputación que era intachable hasta la aparición de la fotografía.
La respuesta de la mujer policía frente a la divulgación de la foto fue tratar de hacer ver a la gente que ella para el entonces no sabía en torno a la connotación o significado del evento con Rodney King en Los Ángeles y que el uso de esa camisa había sido producto de la “inocencia”.
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John N. Mitchell, preocupado por la subestimación a la inteligencia colectiva, dijo que era imposicble que una oficial de su lustre no supiera que ese incidente con Rodney King y un policía blanco de Los Ángeles derivó en cinco días de disturbios en la segunda ciudad más grande de la nación, que dejó más de 50 muertos y 2.000 heridos y causó más de 1.000 millones de dólares en daños. ¿Cómo un incidente de esta magnitud no pudo ser calibrado por un brillante oficial de policía como aparentemente lo fue en Coulter?
En conclusión
Mitchell dijo que “uno pensaría que un policía, no importa cuán joven, que trabajara en una ciudad como Filadelfia, que en ese momento (1991) estaría, como mínimo, intelectualmente curioso acerca de los disturbios en Los Ángeles. Esto es especialmente cierto si se tiene en cuenta que las características de la década de 1990 en Filadelfia se consideran factores de riesgo de disturbios”.
“Esto no quiere decir que Coulter sea racista, pero tampoco quiere decir, inequívocamente, que no lo sea”.