A pesar del aumento progresivo de los contagios de coronavirus en Florida, el comisionado de Educación de este estado, Richard Corcoran, emitió una orden ejecutiva que exige a las escuelas abrir sus instalaciones para el próximo año escolar que debe iniciar en agosto.
La disposición establece que las instituciones educativas deberán abrir al menos cinco días a la semana y ofrecer una amplia diversidad de servicios para que sus alumnos puedan regresar a las aulas de manera segura.
Sin embargo, el superintendente de las escuelas públicas de Miami-Dade Alberto Carvalho, dijo que las escuelas públicas del condado no podrán abrir, como lo establece la nueva orden estatal, mientras la localidad siga en la Fase Uno de reapertura que las autoridades han hecho más severa.
Los casos confirmados de COVID-19 en Florida han aumentado en las últimas dos semanas y la cifra supera los 213.000 infectados. Ante esta situación Carvalho manifestó que no cree posible que las escuelas “puedan abrir de forma tradicional” si continúan estas condiciones.
La autoridad escolar comentó que si el condado continúa en la Fase Uno para el inicio del curso escolar previsto para el 24 de agosto, las clases tendrían que ser completamente a través de internet.
El 1 de julio la Junta Escolar de Miami-Dade aprobó por unanimidad un plan que indica que las escuelas públicas del condado implementarán las modalidades de clases presenciales, por internet y las llamadas clases híbridas, según la fase en la que el condado se encuentre. Dicho plan contempla horarios espaciados, aulas más pequeñas y el uso obligatorio de mascarillas para todos.
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Esta semana el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez anunció una nueva orden de emergencia que entrará en vigencia el jueves 9 de julio, que limita a los restaurantes a hacer entregas a domicilio, servicio para llevar y servir comidas al aire libre. La misma orden señala que los gimnasios deben cerrar, pero el martes Giménez echó atrás esta orden.
Giménez adoptó las medidas para tratar de contrarrestar aumento de casos de coronavirus confirmados en Miami-Dade donde el Departamento de Salud de Florida reportó casi 3.000 infectados este miércoles para un total de 53.974 contagios en el condado.
Carvalho destacó el incremento que han tenido durante el verano los casos de COVID-19, cuando muchos expertos de salud habían pronosticaron que en los meses cálidos habría una disminución de los casos. “Esto nos demuestra lo poco que conocemos este virus y también lo pobremente que comprendemos el comportamiento social y humano”, dijo Carvalho.
Dadas las circunstancias, serán las juntas escolares locales y no el estado, las que decidan si se abre o se cierra una escuela. Los distritos escolares de Miami-Dade, Broward y Palm Beach cerraron las escuelas el 13 de marzo antes que se emitiera ninguna guía estatal.
El lunes pasado el distrito escolar inició una encuesta con los padres sobre sus preferencias de la modalidad de estudio para sus hijos, presencial o por internet.
Carvalho informó que hasta el martes unos 25.000 padres habían respondido que preferían que sus hijos estudiaran a distancia. Agregó que dos terceras partes de los padres encuestados manifestaron su preferencia a que sus hijos asistan a clases presenciales y una tercera parte contestó que optaba porque lo hicieran vía internet.
Aunque aún se desconoce la forma como trabajarán los maestros este otoño, Carvalho refirió que los docentes solo enseñarán en una de las dos modalidades y que en cualquiera de las dos formas, solo tendrían un número limitado de estudiantes.