La industria cinematográfica en Filadelfia ha alcanzado una expansión exponencial, al punto que es la receptora de los trabajos tanto de series de televisión como de rodajes de gran formato que no tiene oportunidad en locaciones de tradición como Nueva York, Boston o Chicago.
Es una cantidad importante de dinero que ingresa a la ciudad no solo desde el punto de vista de los impuestos, sino en torno a que el gasto logístico de las producciones se realiza en los comercios locales, situación que genera prosperidad en la Ciudad del Amor Fraterno, hecho que es invisible a los ojos de los legisladores que se niegan a flexibilizar el pago al fisco.
Greater Philadelphia Film Office
De acuerdo a Sharon Pinkenson, directora ejecutiva de la Greater Philadelphia Film Office, en los tiempos del ex gobernador Ed Rendell se estableció la oficina que dirige en 1992. “Luego nos ayudó a obtener un crédito fiscal en Pensilvania en 2004. Ese fue un programa muy simple, y en el 2007 es cuando obtuvimos básicamente el programa que tenemos ahora. Comenzó con 75 millones de dólares y, lamentablemente, la mayoría de los legisladores de Pensilvania no entienden lo enormemente importante que es este negocio para la economía porque sólo cuentan los dólares directos en impuestos que regresan al estado”.
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Las cifras pudieran ser mejores si los legisladores locales prestaran más atención a los alrededores del negocio fílmico en el estado y apoyaran con visiones audaces como transformar a Filadelfia en la mejor locación para el cine y la televisión estadounidense.
Pinkenson quien ofreció una muy educativa entrevista al Philadelphia Nusiness Journal, dijo que los cineastas obtienen un crédito fiscal del 25% sobre sus gastos calificados sobre los artículos que compran o arriendan en Pensilvania por los cuales también pagan impuestos.
“Tienen que gastar un mínimo del 60% de su presupuesto total sobre el terreno en Pensilvania para poder solicitar el crédito fiscal. Comenzó con 75 millones de dólares, luego en 2008 bajamos a 42 millones de dólares, volvimos a los 60 millones de dólares y finalmente a los 65 millones del año pasado”.
Miopía legislativa
La ciudad tiene grandes ventajas. A los empresarios les encanta filmar en Filadelfia para Filadelfia, “y les gustan nuestras áreas suburbanas”, dijo Pinkenson.
“Tenemos un carácter que muy pocas ciudades tienen. Sólo las ciudades de la Costa Este tienen el tipo de carácter que tenemos, y lo hacemos muy bien porque poseemos arquitectura de todas las épocas de la historia de nuestro país, y todo está mezclado. Hay barrios enteros que son barrios puros, como rascacielos puramente coloniales o rascacielos modernos que tienen otros edificios a su alrededor.
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Esos detalles son obviados por los legisladores que debería flexibilizar la visión del fisco. “Ellos no cuentan lo que entra en las ciudades. No cuentan cuando el equipo y los actores individuales en Pensilvania compran un auto, una casa más grande, pagan más impuestos. Los hoteles contratan a más gente cuando están llenos. Son todas las cosas en las que la tripulación gasta. Esto es ridículo. Un día trajimos a un grupo de legisladores a un plató y el director de los servicios de artesanía dijo: “Quiero mostrarte algo”. Ella sabía que se trataba de créditos fiscales y sacó un recibo con el que se podía envolver esta habitación.