El Gobierno chino anunció este jueves que ha acordado con los Estados Un armisticio en la Guerra Comercial que sostenían y que con un sistema de fases irán progresivamente desmontando los aranceles que ambas partes se han impuesto desde que en marzo de 2018 iniciara el conflicto de mercados.
En otro ámbito, pero basado en el mismo tema, el designado nuevo comisario europeo de Comercio, Phil Hogan, confió este jueves en que el próximo año se pueda cerrar el acuerdo bilateral de inversiones entre China y la Unión Europea (UE), que lleva siete años negociándose.
De acuerdo a las informaciones que reciente llegan a través de los despachos internacionales, al parecer China está junto a las más grandes economías del planeta, subsanando los desequilibrios, resultados positivos que han sido gracias a la insistencia de diálogos productivos y abiertos.
El frente estadounidense
El vocero de las buenas nuevas en el ámbito del choque estadounidense fue el portavoz del Ministerio de Comercio de la nación asiática, Gao Feng, quien aseguró en una rueda de prensa que sólo queda que los dos países den el paso de abolir los aranceles para cumplir así la denominada “primera fase” de un acuerdo entre ambas potencias para resolver el conflicto.
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La cancelación de aranceles será una condición para poder seguir avanzando hacia un acuerdo definitivo, dijo Gao.
El portavoz informó de que los equipos negociadores de China y Estados Unidos han llegado a “consensos” tras las conversaciones “extensas, constructivas y serias” de las últimas semanas.
De acuerdo a lo expuesto en un comunicado donde Gao Feng tiene la vocería, “las dos partes han acordado eliminar los aranceles a medida que se vayan haciendo progresos. Si China y Estados Unidos llegan a un acuerdo en la ‘primera fase’, las dos partes deberían eliminar los aranceles simultáneamente y en la misma proporción”, añadió.
Según Gao, los equipos negociadores esperan “resolver” el conflicto “basándose en la igualdad y el respeto mutuo”.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, describió el pacto como una “primera fase” en un proceso que puede desarrollarse en hasta tres etapas, y aparcó sus planes de subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático.
Así, China se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40.000 y 50.000 millones de dólares, una cifra que, según Trump, es entre “2,5 y 3 veces superior” a lo que Pekín “había comprado hasta ahora en su punto más álgido”, cuando rozó los 17.000 millones de dólares.
Ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles del acuerdo, pero Trump precisó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de la divisa china y temas de propiedad intelectual, aunque no trata la transferencia forzada de tecnología en China, un tema que se discutirá “en la segunda fase”.
El acuerdo tampoco resuelve el tema de los vetos a la exportación que afectan al gigante chino de la telefonía Huawei, algo que se está negociando en un proceso paralelo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de los efectos globales de la disputa comercial entre los dos gigantes económicos, y ha rebajado las previsiones de crecimiento tanto de EE.UU. como de China para este año y el próximo.
El frente de la Unión Europea
En una conferencia de prensa en Pekín, el nuevo comisario europeo de Comercio, Phil Hogan, dijo que ayer se llegó a un acuerdo que permitirá proteger un centenar de indicaciones geográficas europeas en China.
Hogan indicó que los principales escollos para el acuerdo de inversiones son los relacionados con los subsidios industriales, el acceso al mercado o las transferencias de tecnología.
Sin embargo, el todavía comisario de Agricultura y Desarrollo Rural destacó que “China quiere trabajar de cerca con la UE” y que ambas zonas tienen un comercio bilateral de cerca de 1.700 millones de dólares al día.
“Intentamos conseguir un mercado dinámico”, dijo, y consideró que el acuerdo sobre indicaciones geográficas alcanzado el miércoles “es una buena señal” para que se pueda avanzar en el tratado sobre inversiones.
Tras ocho años de negociación, China y la UE acordaron ayer conceder una especial protección a las denominaciones europeas en el gigante asiático y a denominaciones chinas en el mercado europeo.
Entre las 100 indicaciones europeas protegidas figuran 12 denominaciones españolas como el cava, el aceite de oliva, el queso manchego o varios vinos, entre ellos el Rioja, el Valdepeñas y el Jerez.
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El comisario resaltó que la UE está interesada en exportar productos agrícolas de alta calidad a China, que es el segundo destino de las exportaciones agroalimentarias europeas, para satisfacer también la demanda de proteínas que tiene el país asiático.
Respecto a la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Hogan consideró que es “esencial para mantener un sistema multilateral de comercio” y recalcó que en relación con la misma China y la UE tienen posiciones similares, lo que no es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos.