Este miércoles entran en vigor en Brunéi nuevas y estrictas leyes islámicas que hacen que el sexo gay y el adulterio sean castigados con la lapidación, a pesar de una feroz condena mundial.
En 2013 el pequeño reino de mayoría musulmana se convirtió en el primer país del este de Asia en adoptar la ley sharia e introdujo la legislación y las sanciones relativas en varias etapas, con las nuevas medidas programadas para comenzar este miércoles 3 de abril.
En las etapas dos y tres del código penal, el sexo entre dos hombres conlleva una pena de lapidación, mientras que el sexo entre dos mujeres se castiga con 100 latigazos.
La ley también introduce penas severas como la amputación de miembros por robo y el encarcelamiento por vestirse como una persona de un género distinto.
Brunéi, un antiguo protectorado británico rico en petróleo con una población de alrededor de 450 mil personas, está gobernado por el sultán Hassanal Bolkiah, quien también es primer ministro.
Te puede interesar:Musulmanes en el Capitolio comienzan a incomodar a algunos judíos
Su decisión de implementar las sanciones ha provocado una protesta internacional por parte de gobiernos, grupos de derechos humanos, las Naciones Unidas y numerosas celebridades.
El miércoles en un comunicado, Human Rights Watch describió el nuevo código penal como “barbárico hasta la médula” e instó al sultán a “suspender de inmediato las amputaciones, la lapidación y todas las demás disposiciones y castigos que representan un abuso de derechos”.
El mismo día, Amnistía Internacional instó a Brunéi a que “detenga de inmediato” la aplicación de estas penas nuevas. “Legalizar semejantes penas crueles e inhumanas es algo atroz”, dijo en un comunicado Rachel Chhoa-Howard, responsable de este país en la organización de derechos humanos. “Algunas de las posibles ofensas ni siquiera deberían considerarse crímenes, incluido el sexo consensual entre adultos del mismo género”, añadió.
Un aviso en las salas del fiscal general de Brunéi con fecha del 29 de diciembre del año pasado decía que las disposiciones entrarían en vigor el 3 de abril. El sultanato anunció las medidas por primera vez en 2013, pero la aplicación se retrasó para que los funcionarios resolvieran los detalles y por la oposición de organizaciones de derechos. Ya en 2015 Brunéi prohibió las celebraciones excesivas de Navidad por temor a que los musulmanes se desviaran.
Se cree que el sultán de 72 años se encuentra entre las personas más ricas de la región gracias a la industria petrolera de Brunéi. Al anunciar la introducción de las nuevas leyes el sitio web del gobierno lo citó diciendo que su gobierno “no espera que otras personas lo acepten y concuerden con ellas, pero que sería suficiente si solo respetan a la nación de la misma manera que esta también los respeta”.
El martes el Departamento de Estado de Estados Unidos se unió a las críticas y dijo que las leyes son opuestas a las obligaciones internacionales de Brunéi sobre los derechos humanos, “incluso con respecto a la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”.
Indignación internacional
Las leyes han llamado la atención de celebridades, incluido George Clooney, quien llamó a un boicot de nueve hoteles vinculados al gobierno de Brunéi.
El cantante Elton John y el fundador de Virgin Group, Richard Branson, también se unieron a la crítica.
Pero el país no tiene planes de cambiar de rumbo según un comunicado de la oficina del primer ministro de Brunéi publicado el sábado.
“Brunéi Darussalam es un país soberano islámico y totalmente independiente y como todos los demás países independientes, hace cumplir su propio Estado de Derecho”, dice el comunicado.