Gustavo Rízquez/El Sol Latino.-Hasta los más descuidados advertirían la conexión. El auto está detenido. La luz crea haces que desvelan líneas que arman perpendiculares para moldear unas pequeñas bóvedas aerodinámicas que evocan la hazaña humana de cortar el viento.
Aparcado, el Audi A5 emana poder. Presentarlo requiere advertir que una vez tras el volante, piloto y nave, se fusionan como amantes en fuga. No en balde es un coupé: Dos puertas, una cabina libertaria y la muy arrogante posibilidad de que nazca ese nexo que lleva a la percutida frase, “nacimos para estar juntos”.
Audi concebido en Ingolstadt, Baviera, recrea desde 1965 conceptos automovilísticos donde el diseño, la ingeniería automotriz y los adelantos tecnológicos han vivido un tórrido romance que jamás cae en la rutina. Ellos renuevan su amor con cada generación.
Audi A5 en sus versiones Premium, Premium Plus y Prestige constituirían el elixir que nos guiaría a dar forma a nuestros deseos, agotarlos en la vida, y al final, si aún queda existencia el alma, no se negará a ir por más.
Con esa espesa sangre nació la segunda generación del Audi A5, un Sporback que tiene ilusionado al gran mercado del automovilismo. Los entusiasta de la marca con cuna en Baviera adoran la mezquindad que denotan las puertas de un coupé.
La profunda experiencia sensorial que el Audi A5 irradia a quienes lo admiran, dejan sin oportunidad al BMW Serie 4 y al Mercedes C-Class Coupé, dos marcas connacionales de los que se tendrá que servir de interlocutores para poder mostrar sus encantos.
Con Audi A5 las palabras sobran. En la sencillez del “estándar” el comprador puede encontrar tanto que pensará que se relaciona con un modelo de mayor linaje: Piezas de acabado en madera y cromo: cada interruptor, botón y pantalla es fácil de alcanzar y usar. La disposición de tecnología está en equilibrio.
Y cuando pasas a la segunda fase del romance, las feromonas te inyectan a favor de los sentidos lo necesario para disfrutar de un potente motor turboalimentado de 2.0 litros. Sobre sus asientos podrás sentir la tensión muscular que implica una potencia de 252 caballos, mientras que la transmisión de doble embrague que lo acompaña cambia de manera imperceptible.
Audi A5 llevará a una experiencia tántrica que creará en nuestras manos renovados centros de placer. El coupé posee una dirección ligera y rápida que posibilita abandonarse a la vía, en completo relax. Su concepto “open mind” crea una excepcional experiencia de conducción, bien sea en el tentador roce de una carretera sinuosa, en el futón del pesado tráfico de la ciudad, o sobre el plano espacio de una autopista con mucho movimiento.
En el segmento de los “pleasure toys on board”, la Multi Media Inferface (MMI) no tiene comparación. Es un hecho que se ha transformado en uno de los más agradables y funcionales entre las marcas premium. Una generosa experiencia sensorial la ofrece la pantalla digital Virtual Cockpit, opcional de 12.3 pulgadas, toda una experiencia a la hora de encontrar guía en la carretera. La interfaz MMI de Audi es fácil de usar mientras viajas, pero Apple CarPlay y Android Auto son estándar en caso de preferir interactuar directamente con los teléfonos inteligentes.
Cada personalidad es un mundo y la marca siempre ha tenido en cuenta la diversidad. El A5 viene en tres estilos de carrocería y tres acabados: Premium, Premium Plus y Prestige.
El nuevo Audi A5 Sportback es el menos costoso de los tres. Es susceptible de actualizaciones. Las más extravagantes: Transformarlo en convertible, modificación que tendrá una inversión adicional de US$ 7,000 en el A5 y $ 7,900 en el S5. Todos los modelos vienen de serie con tracción total Quattro.
El Audi A5 Premium inicia con un precio de US$42,600 dólares. A su vez el Premium Plus se eleva a US$45,600. El Prestige arranca en los US$50,200. Para degustar las dulzuras de un “facelift”, los compradores deberán invertir US$ 125 en tapicería de cuero Nappa, US$ 1,150 por una dirección dinámica y el por el paquete S Sport requerirá de US$ 2,500, que incluye una chispeante suspensión deportiva, amortiguadores adaptativos, y un diferencial trasero deportivo.