Estados Unidos registró la ejecución de su reo 1.500 el pasado lunes desde que en 1976 se restableció en el ámbito federal la pena de muerte. En Dakota del Sur, por inyección letal, se hizo justicia al quitarle la vida al reo Charles Rhines quien en 1992 asesinó a puñaladas a un joven que repartía suministros en una tienda de donuts.
La víctima identificada como Donnivan Scahefer, en aquel momento maligno estaba repartiendo suministros en la tienda “Dig ‘Em Donuts”, ubicada en la localidad de Rapid City, cuando descubrió que Rhines estaba robando ese establecimiento.
Entonces, Rhines le acorraló y le apuñaló en el estómago.
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Scahefer, que sangraba abundantemente, pidió a Rhines que le trasladara a un hospital; pero el procesado, desoyendo sus súplicas, le llevó al almacén de la tienda, le ató y le apuñaló hasta la muerte.
La ejecución, había sido programada para las 13.30 hora local del lunes, pero se retrasó durante horas debido a un recurso que interpuso la defensa del preso ante el Tribunal Supremo para intentar frenar su muerte, pero que finalmente fue rechazado por los magistrados.
Rhines, un hombre blanco de 63 años, fue declarado muerto a las 19:39 hora local tras recibir una inyección letal.
Rhines había sido condenado a muerte por el asesinato de Donnivan Scahefer, que tenía 22 años cuando perdió la vida.
Según medios locales, Rhines había sido despedido de la tienda de donuts que luego robó y en la que asesinó a Scahefer.
Jason Ravnsborg, el fiscal general de Dakota del Sur, a través de un comunicado se felicitó por la aplicación de la pena de muerte a Rhines y rindió homenaje a Scahefer.
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“Las palabras no pueden expresar la pena que siento por el hecho de que Donnivan fuera asesinado, pero estoy feliz de que hoy hayamos podido hacerle justicia. Tengo esperanza de que este día dé a la familia una oportunidad para mirar hacia adelante y, ahora, que está fase ha acabado, que puedan comenzar a sanar”, señaló el fiscal.
La de Rhines fue la segunda ejecución del año en Dakota del Sur.