Los ejemplares de un cómic de Marvel que muestra a dos superhéroes varones besándose se agotaron rápidamente de los estantes de la Bienal del Libro de Río de Janeiro, después que el alcalde de esa ciudad brasileña ordenara retirar los ejemplares por considerar su contenido “inapropiado” para niños.
El pasado viernes fiscales de la municipalidad irrumpieron en la feria en busca de libros sobre temáticas gays. Tenían como misión buscar materiales “con escenas impropias para niños y adolescentes” en la exposición.
El intento de censura atendía a la petición del alcalde Marcelo Crivella, que había visitado la bienal un día antes y se escandalizó con el cómic de Marvel Vengadores: La cruzada de los niños. La obra cuenta la historia de los héroes Wiccan y Hulking, una pareja de superhéroes masculina del equipo de Jóvenes Vengadores que en una de las páginas se besa.
El alcalde grabó un vídeo para decir que consideraba la escena inadecuada y determinó que la obra fuera retirada de los estantes. La Bienal, sin embargo, se negó a atender a su petición y, más tarde, la propia justicia prohibió el acto de censura, informó el diario El País.
Pessoal, precisamos proteger as nossas crianças. Por isso, determinamos que os organizadores da Bienal recolhessem os livros com conteúdos impróprios para menores. Não é correto que elas tenham acesso precoce a assuntos que não estão de acordo com suas idades. pic.twitter.com/sFw82bqmOx
— Marcelo Crivella (@MCrivella) September 5, 2019
Crivella, ex obispo evangélico elegido alcalde en 2016, afirmó que había “determinado” que la Bienal recogiese el cómic “que trae contenido sexual para menores”.
“Libros como ese tienen que estar envueltos en plástico negro con un aviso del tipo de contenido”, dijo Crivella, argumentando que era necesario “proteger a los niños” para que no tengan acceso temprano a asuntos que, según dijo, no son apropiados para sus edades.
Marcelo Crivella, ex obispo evangélico elegido alcalde en 2016, afirmó el jueves que había “determinado” que la Bienal recogiese el cómic “que trae contenido sexual para menores”.
Las declaraciones del político y la actuación de los fiscales despertaron una dura reacción de varias editoriales y escritores. “Eso nunca había ocurrido en esta Bienal, es un intento horrible de censura”, dijo Flavio Moura, de la editorial Todavía, que estaba en la Bienal. Esta es la edición número 18 del evento. “Rechazamos cualquier acto de censura”, replicó Luiz Schwarcz, de la Companhia de las Letras, una de las mayores editoriales de Brasil, criticando los intentos de “colocar la sociedad brasileña en tiempos medievales”.
La Bienal, que termina este domingo 8 de setiembre, reivindicó que se trata de un festival “plural” que da “voz a todos los públicos, sin distinción, como debe ser una democracia”.