Florida acumula ya 7,2 millones de casos de COVID-19 y el 97% de los hospitalizados por coronavirus eran personas no vacunadas.
Uno de los mayores escollos de las autoridades sanitarias para enfrentar el mortal virus radica en convencer a las personas para que se vacunen. El estado del sol dispone de muchos centros de vacunación gratuitos, pero el rechazo a la inmunización provoca el aumento de los casos de morbilidad.
Para ello el Health Information Project de Florida (HIP), se dedica a formar a estudiantes latinos de tercer y cuarto año de secundaria para que sirvan como influenciadores ante otros estudiantes. Por experiencia HIP sabe que los adolescentes a menudo se resisten a la educación para la salud cuando los educadores son maestros, padres o médicos. Es por eso que la organización sin fines de lucro empodera a los adolescentes para que brinden información de salud a sus compañeros.
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De acuerdo con un sondeo realizado en 2021, encargada por Voto Latino y realizada por Change Research, el 51% de los latinos no vacunados dijeron que no confiaban en la seguridad de las vacunas. Este número aumenta hasta el 67% en el caso de aquellos cuyo idioma principal en casa es el español. Las razones más comunes para rechazar la vacuna incluyen no confiar en su eficacia y no confiar en los fabricantes de la vacuna.
Casi el 88% de hispanos y latinos han recibido al menos una dosis de la vacuna contra COVID. Sin embargo, pocos afirman estar al día con sus vacunas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En ese sentido los CDC consideran que menos del 13% de los hispanos y latinos han recibido un refuerzo bivalente, una vacuna actualizada que recomiendan para proteger contra las nuevas variantes del virus.
“Tiene sentido que consideremos a nuestros jóvenes como educadores en materia de vacunas ante sus compañeros y familias”, afirmó el doctor Tomás Magaña, profesor del departamento de pediatría de la Universidad de California en San Francisco. “Y cuando hablamos de la comunidad latina, tenemos que pensar con seriedad y creatividad en cómo llegar a ellos”, añadió.
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Influenciadores latinos
Los adolescentes que participan como influenciadores son en su mayoría latinos, inmigrantes sin estatus legal, estudiantes refugiados o hijos de inmigrantes. Reciben 20 horas de formación, que incluyen estrategias de campaña en las redes sociales. Por ello, obtienen créditos escolares y el año pasado les pagaron 15 dólares la hora.
Los estudiantes hispanos se muestran orgullosos de poder llevar a cabo este trabajo de divulgación en las aulas sobre las vacunas. Otros se encargan de la distribución de kits de pruebas COVID en negocios locales de sus respectivos barrios.
El 95% de los maestros asegura que HIP mejora la experiencia escolar de los estudiantes de noveno grado y contribuye de manera positiva al clima escolar. Esta organización sin fines de lucro ha entrenado a más 15.000 estudiantes de 11.º y 12.º grado como educadores de salud.