Para la comunidad sanitaria de Pensilvania de cara al aquí y el ahora, ya es una perspectiva realista establecer como objetivo la posibilidad de poner fin a la epidemia de Virus de Inmunodeficiecia Humana (HIV, por su siglas en inglés) en el condado de Filadelfia.
Las estadísticas son alentadoras en la Ciudad del Amor Fraternal y ha convencido a los integrantes del Departamento de Salud Pública de Filadelfia que es posible encarar con resultados positivos el poner fin a la epidemia del VIH con el objetivo de reducir el número de nuevas infecciones por el VIH en un 75% en 5 años y en al menos un 90% en 10 años.
De acuerdo a información de prensa remitida a esta sala de redacción por el Departamento de Salud Pública de la Ciudad, estos esfuerzos son parte de la iniciativa federal denominada “End the HIV Epidemic: A Plan for America”, una tarea que involucra a las comunidades afectadas por el VIH, desarrollando un plan local para poner fin a la epidemia del VIH y financiando iniciativas nuevas y ampliadas para alcanzar estos ambiciosos objetivos.
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El último reporte que examina cuantitativamente los contagios en Filadelfia, ha entusiasmado a la comunidad sanitaria, debido a que el número de personas recién diagnosticadas disminuyó un 14,3%, de 495 diagnósticos en 2017 a 424 nuevos diagnósticos en 2018, con un notable descenso del 35,8% en los hombres negros que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH); la ciudad ha experimentado un descenso constante en los nuevos diagnósticos de VIH desde mediados de la década de 2000, en consonancia con las tendencias nacionales.
Desde luego lo interesante de esta visión, está en cómo los sanitaristas atacarán la incidencia de contagios que tiene la variable derivada de los consumidores de opiáceos, un reglón que mantiene su tasa de aporte de infestados de manera sostenida.
Los pies tocaron la tierra
Desde que el VIH comenzó a asolar la vida de miles de jóvenes en los Estados Unidos, Filadelfia connotó el nombre de una lucha que inició con el préstamo de su nombre para una película que reivindicaba derechos civiles, mientras que en sus laboratorios universitarios se cooperaba en el diseño de tratamientos.
El comisario de Sanidad de Filadelfia, el Dr. Thomas Farley , ha declarado que “este informe marca el enorme progreso que hemos realizado en la lucha contra la epidemia del VIH en Filadelfia. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer, especialmente en la prevención de la propagación del VIH entre las personas que se inyectan drogas, pero poner fin a la epidemia es ahora un objetivo realista”.
La publicación del lunes del Informe de Vigilancia del VIH de 2018 contiene datos reportados hasta el 30 de junio de 2019. Hay 19 mil 011 personas que viven con el VIH en Filadelfia y un estimado de 2 mil 019 personas adicionales que tienen el VIH pero no saben de su estado.
A pesar de este progreso hacia la erradicación de la epidemia del VIH, el Philadelphia Department of Public Health identificó un brote de VIH en personas que se inyectan drogas. El número de personas con VIH diagnosticadas recientemente había disminuido desde la implementación del intercambio de jeringas en Filadelfia en 1992.
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En 2018, se diagnosticaron 71 nuevos casos de VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los que tienen relaciones sexuales con hombres), lo que representa un aumento del 115% con respecto a los 33 casos notificados en 2016.
Esfuerzos del Departamento de Salud
El Departamento de Salud Pública de Filadelfia apoya una amplia gama de servicios de atención y prevención del VIH en toda la ciudad. Los esfuerzos incluyen:
- Promover las pruebas rutinarias del VIH en la atención médica, apoyar una sólida red de proveedores de pruebas del VIH basados en la comunidad y la distribución de kits de pruebas del VIH en el hogar;
- Ampliar el acceso a estrategias clave de prevención del VIH, como la PrEP (una píldora que se toma una vez al día para prevenir el VIH), el intercambio de jeringas y la distribución de preservativos;
- Y la prestación de servicios amplios de atención y tratamiento del VIH para las personas que viven con el VIH, independientemente de su capacidad de pago o de su situación migratoria.