La infelicidad en el 2020 es un sentimiento común que abraza a los estadounidenses, de acuerdo a los resultados de un estudio elaborado por el Centro Nacional de Investigación de la Opinión (NORC) de la Universidad de Chicago.
Para la elaboración de la fórmula de muestra, la entidad universitaria utiliza datos de la Encuesta Social General y tras su aplicación y análisis estadístico descubrió que sólo el 14 por ciento de los adultos americanos reportaron ser muy felices en 2020.
Como antecedente se tiene que la primera organización en promover un reporte mundial de la felicidad fue la Organización de las Naciones Unidas y este esquema ha sido emulado en microuniversos para conocer sobre la calidad de esta variable de la percepción social.
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Los resultados de NORC representan un total bajo en el estudio, que se ha realizado al menos cada dos años desde 1972. El mínimo anterior fue en 2010, cuando el 29% de los estadounidenses se declararon muy felices.
De acuerdo a los registros que con miras a parametrización resguarda el alma mater, en 2018, la penúltima vez que se hizo la encuesta, el 31% dijo estar muy contento. Los resultados de 2020 es una drástica caída más abajo de la mitad a pesar que el estudio no recoge por completo el impacto de la COVID-19 y los disturbios raciales.
Detalles de la infelicidad
El porcentaje de encuestados que declararon sentirse solos se duplicó con respecto a hace dos años, ya que el 45% de los encuestados dijeron que habían sentido falta de compañía y el 37% que se habían sentido excluidos. En 2018, el 27 por ciento de los encuestados dijo que sentía falta de compañerismo, y el 18 por ciento dijo que se sentía excluido.
Los que respondieron a la encuesta de 2020 también informaron ser menos optimistas en cuanto a la mejora del nivel de vida para la próxima generación.
Aproximadamente 4 de cada 10, el 42 por ciento, dijo que cree que el nivel de vida de sus hijos será mejor cuando éstos lleguen a su edad, mientras que el 57 por ciento estuvo de acuerdo con esa afirmación en 2018.
El porcentaje de 2020 es el más bajo desde 1994, cuando el 45 por ciento esperaba que sus hijos tuvieran un mejor nivel de vida.
Sin embargo, la encuesta reveló que no ha habido cambios significativos en la estratificación de las personas con la situación financiera de sus familias desde 2018, a pesar de que la recesión económica causó la pandemia.
Más de 2.279 adultos fueron contactados entre el 21 y el 29 de mayo. Los hallazgos tienen un margen de error de 2,9 puntos porcentuales.
Cómo lo hace la ONU
En el reporte de la ONU –que ya sacó su edición 2020- podemos ver la jerarquización de 153 países de acuerdo con su nivel promedio de felicidad. Estos resultados provienen de la encuesta de Gallup y muestran estabilidad o cambios de un año a otro, así como los factores que más contribuyen a la felicidad promedio en cada país.
En esta edición el país que valoró sentirse más feliz fue Finlandia que aparece de primero en el ranking, Estados Unidos aparece en la casilla 18 y el último lugar lo ocupa una nación con la que esta nación tiene intensas relaciones, Afganistán.
La investigación es muy completa. Además de ver el “ranking” de los países según su felicidad, explica las razones detrás de los resultados y dedica un espacio importante para explorar a fondo alguna problemática en particular.
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Este año, el Reporte se enfoca en el rol que juegan tres diferentes entornos en el bienestar: social, urbano y medio ambiente. Algo me dice que el próximo año estaremos leyendo un apartado especial sobre el Coronavirus y sus efectos en la felicidad.
El indicador para medir la felicidad o el grado de satisfacción con la vida es la Escalera de Cantril. Los participantes evalúan su vida en una escala del 0 al 10, donde 0 es la peor vida posible y 10 es la mejor vida posible.
Para explicar las diferencias en los niveles de felicidad de las naciones se utiliza un índice compuesto por seis elementos: Producto Interno Bruto (PIB), expectativa de vida sana, relaciones sociales, libertad, generosidad y ausencia de corrupción.