El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició formalmente su campaña de reelección con un discurso centrado en airear viejas pugnas. Las nuevas propuestas de un programa para su segundo mandato fueron colocadas de lado en el discurso del mandatario que se mostró aferrado todavía al mensaje populista y apocalíptico que lo llevó al poder en 2016.
En un mitin que duró más de una hora, Trump insistió en que su Presidencia es una lucha por sus votantes que están bajo el constante “asedio” de la “clase política”, y advirtió de votar por la oposición demócrata en 2020 equivaldría a respaldar “el socialismo radical y la destrucción del sueño estadounidense”.
“Me presento ante ustedes para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos”, dijo Trump ante unos 20 mil simpatizantes en Orlando, Florida, uno de los estados clave en las elecciones de noviembre de 2020.
Trump convocó este martes un “terremoto en las urnas” contra los demócratas en el inicio formal de su campaña a la reelección a la Casa Blanca. “La única cosa que estos políticos van a entender es un terremoto en las urnas, lo hicimos una vez y lo vamos a volver a hacer, y esta vez vamos a terminar el trabajo”, dijo.
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“Me presento ante ustedes para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos”, añadió el mandatario quien repitió las mismas ideas que ha expresado en 550 mítines desde hace cuatro años, sin que sus seguidores esperaran algo distinto.
Aunque hizo oficial el anuncio el martes, Trump se afana en su reelección desde que llegó al poder en enero de 2017, con una campaña con decenas de mítines en todo el país.
“A nuestros opositores demócratas radicales les mueve el odio y la rabia. Quieren destruirlos y quien destruir nuestro país tal y como lo conocemos. Inaceptable. Eso no va a suceder”, afirmó Trump en su acto.
El presidente también oficializó que su eslogan de campaña será “Keep America Great” (“Mantengamos a EE.UU. grande”), como sucesor del popular “Make America Great Again” (“Hagamos a EE.UU. grande otra vez”) de 2016.
El anuncio de este martes coincidió con el cuarto aniversario del lanzamiento de su candidatura, el 16 junio de 2015. “Nuestro movimiento patriótico lleva bajo asalto desde el primer día”, denunció.
En su alocución Trump solo mencionó de pasada el nombre de dos de sus potenciales rivales demócratas en 2020, Joe Biden y Bernie Sanders, y en cambio citó una decena de veces a la que fue su contrincante de ese partido en 2016, Hillary Clinton.
Arremetió contra la prensa y contra los “trece demócratas enfadados” que, a su juicio, conformaron el equipo del fiscal especial Robert Mueller, que investigó la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
“Los demócratas están guiados por el odio, los prejuicios y la ira. Quieren destruirlos a ustedes, y quieren destruir a nuestro país como ustedes lo conocen”, alertó a sus votantes.
El mandatario defendió que su sorprendente elección en 2016 supuso un repudio de la “clase política permanente que se enriqueció a expensas” de su base de votantes, y aseguró que está combatiendo a los grupos de presión y los intereses especiales en Washington, a pesar de que muchos de ellos han prosperado bajo su mandato.
Cuando anunció su campaña en 2015, Trump llamó “criminales” y “violadores” a los inmigrantes que llegaban desde México, en el discurso del martes advirtió de que “la migración ilegal masiva” promete “cortar el camino hacia el sueño estadounidense” a los ciudadanos “más vulnerables” de su país.
“Gracias a las políticas demócratas, los niños de escuelas en todo el país están siendo amenazados por la violenta banda criminal MS-13”, indicó.
Trump insistió en su voluntad de “deportar a los inmigrantes” indocumentados y acabar con las “ciudades santuario” que los protegen y pidió ayuda para elegir “un Congreso republicano” y “crear un sistema seguro, moderno y legal de inmigración”.
El mandatario repasó algunas medidas de su primer mandato, como sus recortes fiscales a las empresas, su revés a medidas de protección del medio ambiente, su salida de acuerdos internacionales como el del clima de París o el pacto nuclear con Irán, y su arremetida contra “décadas de políticas comerciales calamitosas”.
Después de prometer que “Estados Unidos nunca será un país socialista”, Trump presumió de haber luchado contra esa forma de Gobierno en Latinoamérica.
“Apoyamos al pueblo de Cuba y Venezuela en su justa lucha por la libertad”, subrayó Trump.
También reafirmó su doctrina aislacionista en un momento de fuertes tensiones con Irán, al afirmar que está “abriendo una vía a la civilidad en Oriente Medio porque las grandes naciones no quieren combatir en guerras interminables”.
Solo al final de su discurso, Trump delineó algunas prioridades para su segundo mandato: la reforma migratoria, la renegociación de acuerdos comerciales, la sustitución de la ley sanitaria de 2010 y “la defensa de la privacidad, la libertad de expresión, la libertad religiosa y el derecho a poseer armas”.
Reiteró además que quiere llevar a estadounidenses a Marte, “erradicar el sida en Estados Unidos” y encontrar la cura para el “cáncer”, una de las prioridades que se ha marcado Biden, el favorito en la carrera demócrata.
Trump organizó incluso una “encuesta” para decidir cuál será su eslogan de campaña, a pesar de que hace meses anunció que sería “Mantengamos genial a Estados Unidos”.