Sin partidos desde hace casi un año, el fútbol de selecciones volvió esta semana únicamente en Europa. Sin Neymar ni Lionel Messi, la ventana internacional se anuncia atípica con partidos a puerta cerrada, la vigilancia sanitaria contra el COVID-19 y las diferencias de estado físico.
Si bien la pandemia sigue asolando el mundo, el fútbol internacional intenta volver en el Viejo Continente, a pesar de las restricciones que se endurecen en muchos países.
Solo la UEFA, la confederación europea, pudo mantener sus encuentros, para iniciar la segunda edición de la Liga de Naciones, una competición creada para sustituir los tradicionales amistosos otoñales, en general poco atractivos.
En las otras confederaciones tendrán que esperar al menos hasta el mes de octubre, según una decisión de la FIFA, la instancia mundial, “en respuesta a las alteraciones causadas a nivel mundial por la pandemia de COVID-19”.
De esta manera, el brasileño Neymar, apenas recuperado de su derrota en la final de la Liga de Campeones en Lisboa con el París Saint-Germain, no viajará a la otra punta del mundo. Tampoco Messi, en pleno conflicto con el FC Barcelona y lejos de tener en estos momentos la mente puesta en la selección argentina.
Para Kylian Mbappé o Cristiano Ronaldo, ha llegado el momento del reencuentro con la selección por primera vez desde noviembre de 2019, fecha de la última concentración antes de la llegada de la pandemia.
Una tregua de casi diez meses nunca vista en muchos países desde la Segunda Guerra Mundial, con una consecuencia principal: el aplazamiento de un año de la Eurocopa-2020, ahora reprogramada para los meses de junio y julio de 2021.
En septiembre aparecen en el programa algunos buenos enfrentamientos, como el Alemania-España del día 3 o el Francia-Croacia, revancha de la final del Mundial-2018, del día 8.
Pero más allá del reto deportivo, lo que marcará esta concentración será el reto sanitario.
Como en sus torneos finales de Liga de Campeones y Europa League en agosto, la UEFA mantuvo para el inicio de la Liga de Naciones la puerta cerrada generalizada, incluso en países como Francia donde se permite la presencia de un cierto número de espectadores.
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Por ello España eligió recibir a Ucrania el 6 de septiembre en el pequeño estadio Alfredo di Stefano, en la ciudad deportiva del Real Madrid en Valdebebas.
Aunque no hay ningún partido previsto en terreno neutral y el problema de las restricciones de desplazamiento parece atenuado por el establecimiento de “pasillos” para el deporte profesional, la búsqueda del menor contagio será minuciosa, con el mismo protocolo que para las ‘Finales 8’ de las competiciones europeas.
“Los jugadores se someterán a test antes de venir a Clairefontaine (centro de entrenamiento de la selección francesa), y luego se someterán a test regularmente por los laboratorios acreditados por la UEFA”, explicó Emmanuel Orhant, director médico de la Federación Francesa.
La obsesión de todas las federaciones es evidentemente frenar los contagios en la plantilla. “Los jugadores han viajado durante las vacaciones, así que es normal ver más casos positivos”, afirmó Enrico Castellacci, presidente de la Asociación de Médicos del Fútbol Italiano.
Por: AFP