El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo su renuncia al cargo presionado por una fuerte crisis social y política desatada en el país tras el supuesto fraude en las elecciones que le dieron un cuarto mandato consecutivo.
“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales en alusión a los líderes opositores que convocaron las manifestaciones que terminaron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad.
Morales, que tenía 14 años en el poder, dijo que renunciaba al cargo porque no quería enfrentamientos y que con su medida buscaba la “pacificación” de Bolivia y que volviera “la paz social”.
Horas antes el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Williams Kaliman, sugirió al presidente renunciar para desbloquear la crisis política en el país.
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A los militares bolivianos les pareció insuficiente la convocatoria a nuevas elecciones hecha por Morales a primera hora de la mañana de este domingo tras las “irregularidades” detectadas en una auditoría a los comicios hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA).
El vicepresidente Álvaro García Linera, que estaba junto a Morales, también anunció que renunció al cargo y que su “pecado” era “ser indígena”.
“El golpe de Estado se ha consumado”, agregó García Linera.
Evo Morales hizo el anuncio desde la zona cocalera de Chimoré, su cuna política en la región central de Cochabamba. Aterrizó en el avión presidencial acompañado de García Linera. Se especula que viajaría al exterior, muchos dicen que a Argentina.
#URGENTE | Así fue cómo renunció el dictador boliviano Evo Morales tras confirmarse el #Fraude en las pasadas elecciones (Más info en breve en https://t.co/Pf3iLrN9cv) (Video vía @TVVnoticias) #10Nov #Bolivia pic.twitter.com/G6qQP1oehz
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) November 10, 2019
El líder opositor, Carlos Mesa, quien terminó en segundo lugar en las polémicos comicios celebró el “fin de la tiranía”.
Las calles de La Paz, Sucre y otras ciudades que se habían convertido en escenarios de “batallas campales”, con heridos y muertos, se transformaron en un carnaval de alegría tras el anuncio de la dimisión del mandatario.
La crisis en Bolivia empezó la misma noche de las elecciones, el 20 de octubre, cuando el Tribunal Supremo Electoral suspendió inesperadamente el conteo rápido con el 83% escrutado, y con una tendencia que apuntaba a que iba a haber segunda vuelta.
Pero al día siguiente, el conteo se reactivó con un 95% de avance y con Morales ganando en primera vuelta por un estrecho margen.
Una auditoría de la OEA, aceptada por Morales para tratar de calmar las calles, encontró actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas, y que en muchos casos no se respetó la cadena de custodia de las actas y que hubo manipulación del sistema informático.
El informe presentado por el organismo hemisférico dejó claro que era estadísticamente improbable que Morales pudiera ganar las elecciones sin pasar a segunda vuelta.