El presidente de México, Andrés López Obrador, dio inicio este 1 de junio a las obras del Tren Maya, proyecto insignia de su gobierno que espera convertir en un motor de reactivación económica frente a la pandemia del COVID-19.
El jefe de Estado inauguró la construcción del tren turístico en el tramo Izamal-Cancún, en el estado costero de Quintana Roo (sureste), aunque en diciembre de 2018 ya había anunciado el inicio de una parte de esas obras.
“La pandemia del coronavirus ha llevado a una crisis económica, al desempleo en esta región y en el país. Por eso es muy oportuno iniciar esta obra, aquí en Lázaro Cárdenas, en este primer tramo, alrededor de 260 kilómetros de Izamal a Cancún”, dijo el mandatario en la ceremonia que transcurrió sin público.
Durante el acto, unas 40 personas se juntaron en las inmediaciones del lugar, a pesar de las recomendaciones de las autoridades sanitarias de no acudir a actos masivos por la epidemia. Algunos lanzaron gritos de apoyo al gobernante izquierdista, quien como de costumbre apareció sin mascarilla facial.
Organizaciones sociales y medioambientales rechazan la obra de 1.500 km que demandará una inversión inicial de unos 272 millones de dólares que se prevé que concluya en 2022.
El presidente mexicano estimó que con el inicio de la construcción de cinco tramos del Tren Maya, se generarán tan solo este año unos 80.000 empleos que ayudarán a hacerle frente a la crisis derivada de la emergencia sanitaria.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, se contrajo 2,2% en el primer trimestre del año frente al mismo periodo de 2019, evidenciando los primeros efectos de la pandemia que ha dejado más de 10.000 fallecidos en el país.