Como una “amenaza directa” ha calificado la Casa Blanca la presencia de personal militar ruso junto a materiales presuntamente bélicos que recientemente desembarcaron en Venezuela, de acuerdo a la apreciación del asesor de Seguridad de la Administración Trump, Jonh Bolton.
La advertencia fue dirigida al Kremlin en un comunicado que precisa que la asociación militar entre Moscú y Caracas en estos momentos es vista por Washington como acciones provocativas que se concretan sobre el terreno como una amenaza directa.
En un comunicado Bolton señaló que “seguiremos considerando este tipo de acciones provocativas como una amenaza directa a la paz internacional y a la seguridad en la región”. Además dijo que EE.UU. “defenderá y protegerá” sus intereses en el continente americano.
Por todo ello, el asesor advirtió con “vehemencia” a cualquier “actor externo” en contra de desplegar “activos militares” en Venezuela o en cualquier otra zona del continente.
“La Administración condena el continuado uso por parte del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de personal militar extranjero en su intento aferrarse al poder”, agrega el comunicado.
Bolton acusó a Maduro de recurrir a las Fuerzas Armadas rusas para buscar apoyo en su política de “represión” al pueblo venezolano, perpetuar la crisis económica que atraviesa el país y poner en peligro la “estabilidad regional”.
“Hacemos un llamamiento al ejército venezolano a cumplir con su obligación constitucional de proteger a los ciudadanos de Venezuela”, concluyó el asesor.
El comunicado fue emitido dos días después de que el presidente Trump aprovechara una reunión por sorpresa con Fabiana Rosales, esposa del líder opositor venezolano Juan Guaidó, al que reconoce como presidente, para declarar que “Rusia tiene que salir” del país caribeño.
El pasado fin de semana, soldados comandados por el mayor general Vasili Tonkoshkurov, jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra ruso, aterrizaron en el aeropuerto internacional de Maiquetía, el principal de Venezuela, a bordo de dos aviones militares.
Rusia es uno de los mayores aliados del presidente Maduro, a quien respalda de manera pública ante el desafío de Guaidó, cuyo gobierno interino es reconocido por más de 50 países como el único legítimo del país.
El Gobierno de Maduro suele referirse a Rusia, que le provee de armamento, tecnología y otros recursos, como un “aliado estratégico” de su política multilateral.